Dos barcos de traficantes de personas naufragaron frente a la ciudad de Zuwara, en el oeste de Libia, uno que llevaba a 50 personas y otro en el que viajaban 400, en su gran mayoría originarias del África subsahariana, Marruecos, Siria, Pakistán y Bangladesh, informaron autoridades locales y el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur).
Servicios de guardacostas libios trabajaron a destajo desde antenoche pese a la carencia de medios en busca de supervivientes y cadáveres, algunos de los cuales ya fueron trasladados ayer a hospitales de Zawara y de la cercana y también costera ciudad de Sabratha, en el oeste de Trípoli, informó la agencia de noticias EFE.
Autoridades dieron distintas cifras de sobrevivientes rescatados, discrepancias que suelen ser frecuentes en las primeras horas posteriores a este tipo de desastres.
El Acnur, a través de su portavoz, Melissa Fleming, dijo que estimaba que 200 personas murieron en los naufragios. El vocero de la Cruz Roja de Libia, Mohammed al Misrati, dijo por su parte que 76 cuerpos ya habían sido recuperados y 198 personas rescatadas.
El jefe de la misión libia de la intergubernamental Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Othman Belbeisi, dijo que entre los rescatados había nueve mujeres y dos niñas.
Voluntarios de la Cruz Roja sacaban ayer cuerpos del mar en Zawara, y varias víctimas flotaban boca abajo en un bote lleno de agua que llegó a la costa remolcado por otro barco. Los muertos eran puestos dentro de bolas negras o naranjas y llevados a ambulancias u otros vehículos, informó la cadena BBC.
Libia es un Estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 fuerzas rebeldes apoyadas militarmente por la alianza de la Otán lograron derrocar al líder Muammar Gaddafi.
Desde entonces, el país está dividido, con un gobierno rebelde en Trípoli y otro internacionalmente reconocido en Tobruk, que luchan por el control de los recursos naturales. El enfrentamiento es aprovechado por las mafias dedicadas a la inmigración irregular a Europa a través del mediterráneo.
La tragedia de antenoche se suman a otra en el Mediterráneo ocurrida en las últimas 48 horas, ya que el miércoles un barco sueco halló una embarcación a la deriva con 52 personas muertas que también había partido de Libia. Las víctimas llegaron anoche al sur italiano.
En Italia, fiscales de Sicilia informaron ayer que 10 personas fueron detenidas acusadas de tráfico de personas y homicidio en relación con la muerte de esos 52 migrantes, presumiblemente por sofocación.
El jefe de policía de Palermo, Carmine Mosca, agregó que sobrevivientes contaron que los traficantes amenazaban con cuchillos a los que querían salir de la bodega para respirar en la cubierta.
Más corta que la ruta norte de África-sur de Europa es la que va de Turquía a las islas griegas del Egeo, que es la elegida a diario por miles de refugiados, sobre todo sirios y afganos.
Ayer, la Guardia Costera griega dijo que ayer rescató a 665 personas en 20 botes.
Una vez que llegan a Grecia, la mayoría siguen a pie, en tren o colectivo en dirección al norte hacia Macedonia, luego cruzan a Serbia y desde allí a Hungría, primer país de la Unión Europea (UE).
Desde Hungría buscan llegar a países más prósperos del bloque, como Alemania, Austria o Suecia.
Desborde incontenible
Gobiernos del mundo intentan responder a un desplazamiento global de personas sin precedentes en 70 años, desatado por las guerras o la violencia en ex colonias europeas de Asia como Siria, Irak, Afganistán y Pakistán o de la pobreza y la opresión en países de África, también antiguas colonias, como Eritrea.
En Europa, miles de personas están arribando a diario a Italia o Grecia por el Mediterráneo tras ponerse a merced de bandas de traficantes de personas, mientras que familias enteras caminan durante jornadas a través de la campiña en los Balcanes occidentales en busca de un futuro mejor en la Unión Europea (UE).
El Acnur informó ayer que más de 300.000 migrantes o refugiados –concretamente 310.000– arribaron a las costas de Europa este año tras cruzar el Mediterráneo, casi un 40 por ciento más que el año pasado, que había batido todos los récords.
La gran mayoría huye de guerras, conflictos o persecución política, por lo que califican para ser refugiados, el estatus que les da la ONU una vez que piden y obtienen asilo. El resto son migrantes económicos, es decir gente que escapa a la pobreza o el desempleo o busca mejores condiciones laborales o de vida.
La OIM informó ayer que este año ya registró 2.432 muertes de migrantes ahogados cuando cruzaban el mar Mediterráneo, aunque incontables personas más han desaparecido bajo las olas sin haber dejado rastro.
Austria: son 71 los migrantes que se asfixiaron en un camión
Las policías de Austria y Hungría dijeron que cuatro personas fueron detenidas en relación con la muerte por asfixia de 71 refugiados sirios cuyos cuerpos fueron hallados anteayer apilados y descompuestos en el acoplado de un camión abandonado cerca de la frontera austrohúngara.
Una beba, tres chicos pequeños y ocho mujeres fueron hallados entre las víctimas de esta nueva tragedia de migrantes en Europa, dijo el jefe policial austríaco Hans Peter Doskozil, que elevó el número de muertos a 71 luego de haber estimado de manera preliminar que los fallecidos eran entre 20 y 50.