El Clan, del realizador Pablo Trapero, el gran crédito argentino de La Mostra, ingresó ayer a la Competencia Oficial por el León de Oro entre ovaciones al finalizar las dos proyecciones para la crítica especializada, logrando que Guillermo Francella junto a Peter Lanzani y el realizador no abandonaran la sonrisa al responder las preguntas de los periodistas durante una rueda de prensa, en una jornada donde Venecia amaneció radiante luego de la lluvia del sábado.
Una mezcla de ansiedad y euforia rondaba a los integrantes del equipo de la película mientras esperaban la llegada del joven Lanzani, quien aterrizó en la ciudad de las góndolas pasado el mediodía de ayer (el sábado hizo función de Equus en Buenos Aires) junto a su novia Martina Stoessel (Violetta), con el tiempo justo para llegar al Palacio del Casino donde se realizó la conferencia para la prensa internacional.
La llegada a La Mostra del film sobre la familia Puccio viene a cerrar 17 años de ausencia de una producción nacional en la Selección Oficial de Venecia, el festival de cine más antiguo del mundo, luego de la participación de La Nube, de Fernando Pino Solanas, que compitió por el León de Oro en 1998.
Entre flashes y saludos, Trapero volvió a mostrarse orgulloso de regresar a este magnífico festival, donde ya puede considerarse habitué, y esa fluidez se percibió en la forma distendida de comunicarse con la prensa italiana, entusiasmada con el film.
El director argentino estuvo en el Lido en 1999 con su ópera prima, Mundo grúa, oportunidad en la que ganó el premio de la Semana Internacional de la Crítica, y en 2004 volvió a participar con su film Familia rodante, además de haber integrado el jurado de la Competencia Oficial en 2012.
“Las familias de las víctimas nos ayudaron mucho en la construcción de la historia”, dijo Trapero con tono enfático, casi presentando su película, que impactó al periodismo especializado, entre otros factores, por tratarse de una historia real, ligada a los últimos años de dictadura en Argentina y la transición hacia la democracia.
“Lo que pasa superó mis expectativas, aunque yo intuía que iba a sentirme cómodo en el festival. Se trata de una historia que me impactó mucho en mi adolescencia, desplegada durante muchos años”, dijo distendido.
“La noticia –continuó el realizador– explotó en 1985, pero transcurrió mucho tiempo hasta que pudo saberse realmente qué pasaba dentro de aquella casa; cuando empecé a gestar el film, entendí que debía hacer mi propia investigación sobre el tema, porque no había libros ni muchos documentos”.
Lanzani encarna al rugbier Alejandro Puccio y ayer, visiblemente emocionado durante la rueda de prensa, también hizo foco en los nexos que unen ficción con realidad. El joven afirmó: “Mi papá jugaba al rugby contra el que hoy es mi personaje, y es un orgullo que me hayan elegido para el papel, mi primer trabajo en cine”.
Martina Gusman, actriz y esposa de Trapero, y Martina Stoessel, novia de Lanzani, estuvieron en el Lido, felices por el éxito de la película que ya lleva 2 millones de entradas vendidas en el país (ver aparte).
Al cierre de esta edición, el equipo de El Clan se aprestaba a caminar sobre la alfombra roja para la gran gala durante la cual la película ingresaría oficialmente a La Mostra, y las entradas para la función de lujo habían tenido mucha demanda en el stand argentino del festival, al igual que los ejemplares de las revistas cinéfilas internacionales como Variety, de la sala de prensa, donde ya se elogia a El Clan y se lo describe como un “thriller impactante”.
También previo a la pasada del equipo argentino por la alfombra roja, los productores del film, Hugo Sigman y Matías Mosteirin, de K-S films, y Agustín Almodóvar por El Deseo, la compañía productora que fundó con su hermano Pedro, se preparaban para el cóctel con los integrantes de la delegación argentina en los jardines de la Villa Degli Autori, para brindar por el éxito del cine nacional.
Imparable en la taquilla
Al mismo tiempo que se exhibe en la Competencia Oficial de La Mostra de Venecia, El Clan, del elogiado realizador Pablo Trapero, alcanzó el sábado la marca de los 2.017.675 espectadores en las salas argentinas. Se trata del film que indaga acerca de la familia encabezada por Arquímedes Puccio y los secuestros extorsivos, algunos seguidos de muerte, que impulsaron con la complicidad de otros, a principios de la década del 80. Entre jueves y domingo, la coproducción argentino-española sumó 151.936 entradas en las 264 pantallas en las que está programada (en Rosario se puede ver en todos los complejos), poniéndose además al frente de la recaudación de estos cuatro días. De este modo, la última obra del autor de Mundo grúa, Carancho y Elefante Blanco, entre otras, superó a la segunda en recaudación, El espejo de los otros, de Marcos Carnevale, estrenada el último jueves, que sumó 32.680, por encima de Boca, la película, con 29.384, film que ya lleva dos semanas de exhibición.