Ante un concurrida asistencia que desbordó el Salón Puerto Argentino del Palacio Vasallo, ayer a la mañana se presentó un proyecto que busca crear, mediante ordenanza, el “Régimen de preservación y fomento de clubes sociales y culturales”, por fuera de la norma vigente 7218 de Espectáculos Públicos. Se trata de crear una figura que contenga a los llamados bares culturales. La idea fue elaborada por las concejalas María Eugenia Schmuck, del bloque Radicales Progresistas, y Fernanda Gigliani, de Iniciativa Popular, en colaboración con la edila electa por Ciudad Futura, Caren Tepp, e integrantes de Espacios Culturales Unidos de Rosario (Ecur).
Actualmente, es tema de debate y agenda, tanto del Concejo como del Ejecutivo local, la necesidad de modificar la ordenanza actual que regula desde confiterías bailables a cantinas, salones de fiestas, peñas, bares con amenización musical, cines, teatros, locales de recreación infantil, milongas y hasta circos.
En este contexto, uno de los tantos reclamos de los propietarios de los llamados “bares culturales” es sobre la diversidad de criterios a la hora de las inspecciones por parte de los agentes municipales encargados de esa tarea. Entre otros requerimientos del Ecur, está también la necesidad de que exista un marco legal que les permita desarrollar ciertas actividades que hoy no están contempladas dentro de la ordenanza 7218.
En caso de que se llegue a un consenso sobre la nueva propuesta, los clubes sociales y culturales se constituirán como “espacios multifuncionales” en donde se desarrollarán distintas manifestaciones artísticas, sociales y educativas con la participación “real y directa” de actores, escritores, animadores, titiriteros, realizadores audiovisuales y músicos, entre otros. En tanto, podrán llevarse a cabo muestras, presentaciones de libros, talleres y cualquier otro tipo de actividad relacionada.
Según se establece en el proyecto, estos lugares “deberán realizar doce actividades culturales como mínimo” y será la Secretaría de Cultura y educación Municipal la encargada de controlar que se cumpla con el número de acciones requeridas. Asimismo, el escrito deja asentado que un 5 por ciento del presupuesto anual del área mencionada deberá destinarse a los espacios.
Las voces involucradas
Schmuck explicó que la intención del proyecto es “sacar a los clubes sociales y culturales de la ordenanza de espectáculos públicos” y que “a partir de esta norma van a estar desarrollados por el municipio con un régimen especial y una oficina única para la habilitación, fomento y control”. La concejala radical también señaló: “Vamos a reemplazar la figura del registro de oposición por la mediación ante los casos de conflicto”.
Según detalló Tepp, “actualmente en la ciudad hay entre 10 y 15 espacios agrupados bajo la figura del Ecur”, los cuales se organizaron el año pasado ya que entendían que “no estaban contemplados en la ordenanza vigente para llevar a cabo objetivos culturales, acerca de los que subrayó que eso “los diferencia de una actividad meramente económica”.
Finalmente, Gigliani destacó que la propuesta presentada ayer, que concluyó con efusivos aplausos por parte del público, “es producto de la discusión y el trabajo en conjunto con otros bloques del Concejo, lo que permitió desarrollar un proyecto que impactará de forma positiva sobre toda la ciudad”.
Detalles técnicos
La intención de los responsables del proyecto es que la habilitación de los clubes sociales y culturales sea por 10 años, que estén exentos de algunos impuestos y tasas municipales, como también que tengan un factor ocupacional de tres personas cada dos metros cuadrados. En tanto, la capacidad máxima del local no podrá superar los 400 asistentes.
Dentro de estos espacios, de acuerdo a lo que señala la propuesta, podrán instalarse bares, cafeterías o brindar servicio de comida y bebidas que deberán cumplir con los requisitos bromatológicos vigentes, entre otros.
