La Tropa de Operaciones Especiales detuvo ayer a un joven de 23 años acusado por el crimen de otro muchacho, de 27, ultimado a tiros en barrio Plata en junio del año pasado. Al momento del homicidio, quien resultó detenido ayer había recibido una perdigonada en el abdomen que lo mandó al Heca, pero pese a las sospechas sobre su participación en el asesinato no fue hasta los últimos días que la Fiscalía sumó nuevas pruebas que permitirán imputarlo, dijeron voceros del caso.
Iván Gómez tenía 27 años y era conocido como Tito. En la madrugada del 14 de junio pasado, tras llegar de su trabajo como mozo en un bar, concurrió a una fiesta convocada por Facebook a dos casas de la suya, en Boman al 3600. En medio del festejo hubo una discusión entre dos bandos. Testigos dijeron que Tito, pese a que tenía algunos antecedentes penales, se estaba rescatando y sólo atinó a separar. “No te puedo decir nada malo de él. Era re buen pibe”, dijo un adolescente horas después del hecho. Otra amiga de la víctima dijo que Tito se había reunido con amigos a charlar, bailar y pasarla bien y que todo terminó mal por una supuesta discusión en la que “le tiraron a traición”.
Fue en ese contexto que recibió cuatro tiros, en tórax, abdomen, oreja derecha y mano izquierda, que le resultaron fatales: cuando arribó al Heca ya no respiraba.
Aquella madrugada también fue atendido en ese hospital Leonardo Sebastián F., entonces de 21 años, por una perdigonada en el abdomen. En las horas siguientes al homicidio en el barrio, según dijeron vecinos a este diario, apuntaban contra él por el crimen de Tito Gómez. Ayer, personal de la TOE, tras una orden solicitada por el fiscal Florentino Malaponte, lo detuvo en su casa de Cafferata al 5200. Será imputado mañana en los Tribunales provinciales.
