El candidato presidencial de Cambiemos, Mauricio Macri, cerró hoy su campaña con un acto en el Estadio Orfeo de Córdoba, donde volvió a pedirle a «los argentinos que siguen dudando» que lo «acompañen» y trató de seducir el voto cordobés, clave para la elección.
El escenario se montó en el centro del estadio, de acuerdo con el estilo «360» que viene utilizando Macri en los últimos meses, y por él pasaron todos los referentes del frente opositor, incluidos los líderes de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, y de la UCR, Ernesto Sanz, que precedieron al candidato presidencial.
«Quiero pedirles a los cordobeses que juntos hagamos un gran cordobazo del crecimiento y del desarrollo de la Argentina», convocó Macri, quien trató así de seducir al estratégico voto cordobés que se disputa, principalmente, con su rival de UNA, Sergio Massa.
En el cierre de su campaña, el líder del PRO tampoco olvidó a los indecisos: «Hay muchos argentinos que siguen dudando, que realmente quieren un cambio pero que han tenido otras elecciones el 9 de agosto. Y estamos acá para pedirles con humildad que nos acompañen».
Tras afirmar que «llegó la hora», arengó a las casi 5.000 personas presentes en el acto de cara al domingo para que sean «protagonistas de este momento histórico de la Argentina» y agregó: «Dentro de unas horas, con ese poder que nos da el voto vamos a decidir en qué Argentina queremos vivir».
«Se puede construir la Argentina que soñamos», exclamó Macri, mientras el público coreaba «sí, se puede, sí, se puede», frase similar a la utilizada por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en su primera campaña.
Además, expresó su «compromiso de trabajar desde el primer día por la Argentina federal» y «codo a codo con cada gobernador, con cada intendente».
Finalmente, reiteró que «no» está «dispuesto a hacer», como «hablar y hablar y no escuchar, y menos hacer cadenas nacionales», ni «buscar peleas» ni «mentir con el Indec, ni con la inflación, ni con la pobreza, porque gobernar es decir la verdad», concluyó.
Previamente, Carrió pronunció un discurso con su estilo característico, en el que aseguró que «María Eugenia va a ser la próxima gobernadora de la provincia de Buenos Aires y va a derrotar al jefe del narcotráfico en la Argentina».
También le apuntó a los votantes de la candidata del frente Progresistas, Margarita Stolbizer, como ya lo había hecho en los días previos: «Aquellos que eligen el voto Poncio Pilatos, se quedarán con sus ideas, pero perderán la patria».
Además, lanzó un mensaje hacia adentro del frente opositor, al asegurar que ella se va a «quedar» en su banca de diputada y le erró la puerta a la posibilidad de ser embajadora, como había deslizado Macri.
Sanz subió al escenario junto con Carrió y tomó la palabra después de ella para pedir al electorado «ir por la alternancia», y sentenció: «Otorguémosle el certificado de defunción al populismo autoritario corruptor que nos ha hecho retroceder e la argentina».
Las candidatas a vicepresidenta, Gabriela Michetti, y a gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, también subieron juntas al escenario, donde afirmaron que «el cambio ya empezó» y convocaron a «volver a pensar en un Estado y en una patria que cuida».
Del acto participaron también los candidatos a gobernador de Entre Ríos, Alfredo de Ángeli; a senador nacional por Mendoza, Julio Cobos; y los referentes cordobeses Luis Juez, Mario Negri (UCR), Oscar Aguad (UCR) y Héctor Baldassi (PRO). También asistieron los funcionarios del Gobierno porteño y la plana mayor del PRO.