La Policía Federal desbarató anteanoche un punto de ventas de drogas en la zona noroeste y además de incautarse de estupefacientes detuvo a las mismas dos mujeres que ya habían caído presas dos meses atrás en un operativo similar en el mismo lugar. Tras aquel allanamiento, este diario había dado cuenta de la denuncia de una vecina a quien le usurparon la vivienda donde se produjo el operativo, y quien había contado que la boca de expendio había reabierto apenas un día después de aquel procedimiento. Ayer, de igual forma, había dos soldaditos al lado de la casa, contó un vecino de la zona oeste.
Casa búnker
Efectivos de la Delegación Rosario de la Policía Federal allanaron anteanoche una vivienda ubicada en José Ingenieros 7690, casi esquina Donado. Allí, con orden del juez federal Marcelo Bailaque a solicitud del fiscal Santiago Marquevich, fueron detenidas Silvina G., de 42 años, y Carolina C., de 23, luego de que los efectivos secuestraran una piedra compacta de 655 gramos de cocaína y 235 gramos de marihuana en bochitas, además de 6 mil pesos, una balanza, cinco celulares y medio centenar de chips para estos aparatos, entre otros elementos. Ayer, según comentaron vecinos, dos pibes que hacían las veces de soldaditos custodiaban la boca de expendio apostados en un quiosco lindero.
El pasado 21 de agosto, en el marco de la investigación que lleva adelante el fiscal federal Marquevich, la Policía antinarcóticos provincial había allanado el lugar y detenido a las dos mujeres que volvieron a caer anteayer, además de otras tres personas que estaban mencionadas en la pesquisa. Fueron incautados medio kilo de cocaína en bochitas, entre otros elementos, como un auto y una moto.
Dos semanas más tarde este diario dio cuenta de que la vivienda mencionada está usurpada desde hace tres años. Así lo denunció una mujer quien junto con tres hermanas la alquiló en 2009 a una vecina del barrio. En 2012 las dueñas decidieron venderla, pero se encontraron con la oposición de los inquilinos. Según esta versión, incluso estos últimos prendieron fuego la vivienda donde una de las propietarias vivía con su familia, con lo cual debió abandonar el barrio. Según contó una de estas mujeres, al día siguiente del allanamiento de agosto pasado el lugar volvió a funcionar. Lo que quedó corroborado con el allanamiento de anteanoche.
Consultada una fuente del caso dijo sobre este nuevo operativo, en la vivienda usurpada: “Llegamos por denuncias de vecinos porque esta gente se cree la dueña del barrio. De todas maneras, hay otro familiar de estas mujeres que zafó del allanamiento, pero ya va a caer”. La misma fuente especificó que la mujer de mayor edad también tenía encima un pedido de captura vigente de la Justicia provincial.