Algunas veces, barajar y dar de nuevo después de recibir un golpe, da buenos réditos. Y puede decirse que algo de eso le pasó a Central en este segundo semestre. Es que después de perder en su visita a Quilmes, allá por la fecha 20 del torneo, Eduardo Coudet modificó cuestiones tácticas. Y el equipo creció en rendimiento. Es más, se mantuvo invicto en los once cotejos que lleva disputados desde la caída ante los cerveceros.
¿Cuál fue la variante? El Canalla empezó a jugar con un enganche definido, y los esquemas que venía utilizando (4-2-3-1 o 4-4-2) quedaron archivados. El primero en cumplir la función de enlace con los delanteros fue Franco Cervi, pero se lesionó. El Chacho probó con César Delgado como opción, pero no anduvo. Y allí apareció Giovani Lo Celso, que se ganó el lugar de manera indiscutible.
El enganche y la mejoría
Con la inclusión de Lo Celso como armador, y afianzando a Marcelo Larrondo como compañero de Marco Ruben en ataque, Central ganó en agresividad.
Y si bien no siempre tradujo esa virtud en goles, generalmente superó en lo futbolístico a sus rivales de turno.
Como enganche, Lo Celso fue titular en 7 de estos 11 partidos post Quilmes. De ellos, el equipo ganó 6 y empató sólo 1. De esos encuentros, 5 fueron por el torneo de primera división: Arsenal, Godoy Cruz, Gimnasia de La Plata, San Lorenzo y Argentinos Juniors. Y los otros 2, corresponden a la Copa Argentina: Estudiantes de La Plata y Racing.
Franco Cervi, por su parte, estuvo desde el arranque como enlace en los dos primeros de este ciclo. Y los dos terminaron en triunfos canallas: Belgrano de Córdoba y Unión de Santa Fe. Aunque ante los santafesinos, Cervi fue reemplazado en el entretiempo tras sufrir una lesión en el hombro.
Por último aparece Delgado, que fue quien menos rindió como enganche. Lo hizo ante Ferro, por Copa Argentina, y frente Newell’s, por el torneo, Los 2 partidos finalizaron empatados sin goles, y el Chelito fue reemplazado antes de que se cumplan los 90 en ambos.
Un invicto con mejor defensa
Tras la derrota con Quilmes, entre torneo de primera división y Copa Argentina, el Canalla disputó 11 encuentros, de los que ganó 8 y empató 3. Sobre 33 puntos en juego, se quedó con 27, lo que representa más del 81 por ciento de eficiencia. Pero además, en esos encuentros, los auriazules anotaron 19 goles, y apenas recibieron 5.
Antes del cambio de sistema, Central había disputado 22 encuentros en la temporada con 11 triunfos, 9 empates y 2 derrotas. Sobre 66 unidades en disputa, los del Chacho rescataron 42, lo que representa casi un 64 por ciento de eficacia.
Pero la diferencia de eficiencia entres los primeros 22 partidos y los últimos 11 no es el único dato relevante. Un viejo adagio del fútbol reza que la mejor defensa de un equipo puede lograrse a través de un buen ataque. Y lo de Central en este último tercio de temporada, se corresponde con ese dicho.
El equipo mejoró en ofensiva: de 1,45 goles por partido, pasó a 1,72. Pero en defensa, los números son más notables: de 0,90 gol recibido por partido en los primeros 22 juegos, el Canalla pasó a 0,45, en los 11 últimos, exactamente la mitad.
Estadísticas de lado, el tramo final del torneo encuentra al Central de Coudet jugando en un muy buen nivel. De todos modos, todavía no coronó en lo deportivo todo lo bueno que hizo en la temporada. Y flota la sensación de que no será sencillo conseguirlo.
Al menos, en uno de los dos frentes en los que pelea con Boca Juniors por el título, depende de sí mismo para ser campeón. Cortar una sequía de 20 años sin títulos es el desafío que persigue ahora el equipo del Chacho. ¿Lo conseguirá?
Esquemas, en la visión del DT
El propio Eduardo Coudet hizo referencia a cómo fue cambiando los esquemas de juego a lo largo del torneo. Según el Chacho, esto se dio a partir de las necesidades que se fueron presentando, y a la disponibilidad de los futbolistas propios. “El sistema lo marcan las características de los jugadores que tenés a mano en el plantel”, dijo ayer el técnico auriazul.
Y luego, el Chacho habló de cómo su Central fue cambiando los dibujos tácticos. “Arrancamos el torneo con un 4-3-3, después nos paramos con un 4-2-3-1, algunas pocas veces utilizamos un 4-4-2, y hoy salimos con un 4-3-1-2”, explicó el Chacho.
Y de inmediato, hablando del actual sistema con enganche bien definido, el DT entregó un elogio para Giovani Lo Celso. “Es un gran asistidor, y ha crecido mucho desde la parte física”, confió Coudet sobre el hábil volante de 19 años, quien no podrá estar el próximo miércoles en la final de Copa Argentina ante Boca, ya que debe purgar una fecha de suspensión.
El Chacho se toma su tiempo para definir los once
“Al equipo no lo tengo todavía”, dijo Eduardo Coudet en el arranque de la conferencia de prensa post entrenamiento de ayer, en el predio de Arroyo Seco. Y con esa frase, el Chacho sembró incertidumbre sobre la formación que utilizaría para jugar mañana desde las 18 visitando a Banfield.
Con la final de Copa Argentina ante Boca programada para el próximo miércoles 4 de noviembre, el Chacho tendría previsto preservar a un par de habituales titulares que no se encuentran al ciento por ciento en lo físico. Son los casos de José Luis Fernández y de Marcelo Larrondo. Si Coudet mantiene hoy esta postura, ante el Taladro podrían ir desde el inicio Jonás Aguirre y César Delgado.
En ese escenario, el Canalla presentaría cuatro cambios ante Banfield respecto de los que estuvieron desde el minuto inicial el viernes pasado en Salta, en el triunfo copero ante Racing. Las otras dos modificaciones serían las que se vienen mencionando durante la semana: Mauricio Caranta volverá al arco en lugar de Manuel García y Damián Musto reemplazará al lesionado Nery Domínguez.
Por lo tanto, el probable para visitar al Taladro sería con: Caranta; Víctor Salazar, Alejandro Donatti, Javier Pinola y Pablo Álvarez; Walter Montoya, Musto y Aguirre; Giovani Lo Celso; Delgado y Marco Ruben.