El fabricante automovilístico alemán Volkswagen (VW) reconoció ayer que existen 800 mil vehículos más que cuentan con irregularidades en sus emisiones. Es el resultado de una investigación realizada luego de que estallara el escándalo de los autos que tenían instalado un software que ofrecía información falsa sobre las emisiones contaminantes en 11 millones de vehículos diésel. Ahora, además, la truchada incluye por primera vez coches con motores alimentados a nafta.
“Durante las investigaciones internas se hallaron incoherencias inexplicadas al determinar (…) los niveles de C02. Basándose en nuestros conocimientos actuales, alrededor de 800.000 vehículos del grupo Volkswagen están afectados”, indicó la compañía. “Una estimación inicial coloca el riesgo económico en aproximadamente dos mil millones de euros”, agregó.
Los motores afectados serían los diésel de 1,4 litros, 1,6 litros y 2 litros, en modelos de VW, Skoda, Audi y Seat, además de un motor de nafta.
El nuevo escándalo hunde aún más el prestigio de la marca, cuya acción cayó de nuevo en la bolsa de Fráncfort, 1,51 por ciento, para cerrar a 111 euros.
Volkswagen, un coloso industrial que comercializa 12 marcas con un volumen de negocios anual de 200.000 millones de euros, confesó a mitad de septiembre pasado que había equipado 11 millones de coches en todo el mundo con un programa capaz de falsear los resultados de los tests antipolución.
Audi y Porsche también
El lunes pasado volvieron a surgir acusaciones en Estados Unidos: la Agencia de Protección Ambiental (EPA), que reveló el fraude, acusó a VW de haber violado normas también con motores diésel de tres litros de Audi y Porsche.
Hasta ahora, el fraude sólo estaba confirmado en motores diésel de hasta dos litros de cilindrada, en automóviles de media gama: VW Jetta, Jetta Sportwagen, Beetle, Audi A3, Golf y Passat, según los modelos, entre 2009 y 2015.
El grupo deberá llamar a revisión todos los coches afectados, adaptarlos a las normas, lo que costará miles de millones, y afrontar infinidad de procesos judiciales. Según la EPA, sus sospechas conciernen al menos 10.000 vehículos y las multas superarían los 18.000 millones de dólares sólo en Estados Unidos.
Para Merkel no pasa nada
Desde el primer momento se temió que el escándalo de VW salpique a toda la industria alemana y al prestigio del “Made in Germany”, un peligro que la canciller Angela Merkel descartó. El “Made in Germany” sigue siendo “una imagen de marca y una buena señal gracias a la fuerza innovadora” de la industria alemana, dijo Merkel este ayer ante un foro empresarial.