A poco más de 24 horas del temporal de lluvia y vientos que inundó el casco urbano de al menos 10 municipios misioneros, aún continúan evacuadas cerca de 50 familias en las localidades de Leandro N. Alem y Oberá, segunda ciudad de la provincia y distante a unos 100 kilómetros de la capital provincial.
Así lo informó el ministro de Gobierno de la provincia, Jorge Daniel Franco, coordinador del comité de crisis que asiste a los municipios, quien señaló que las tareas de asistencia a las familias afectadas continúan en la jornada de hoy pese a las lluvias que aún persisten en toda la zona centro de la provincia.
En tanto, el ministro de salud Pública, Oscar Herrera Ahuad, confirmó que no se reportaron heridos ni víctimas fatales y señaló que «la prioridad ahora consiste en acercar abrigos, ropa, colchones y frazadas y medicamentos como antibióticos a familias que perdieron todo, para evitar y prevenir cuadros de gripes y enfermedades respiratorias, sobre todo en niños».
Además de anegar caminos y puentes e inundar viviendas, el temporal dejó sin luz eléctrica por varias horas a una decena de municipios, que sin embargo comenzaron a recuperar el servicio durante la jornada de hoy.
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) prevé que las lluvias continuarán al menos hasta el viernes, por lo que el comité de crisis continúa en estado de alerta y trabajando junto a los intendentes de las localidades afectadas, según anticipó el ministro Franco en diálogo con Télam.
Entre las 7 y las 9 de ayer cayeron 150 mm de agua en la zona centro de la provincia, lo que causó el desborde de arroyos que inundaron viviendas en los principales cascos urbanos de los departamentos Alem y Oberá.
En esta última ciudad aún continúan evacuadas unas 30 familias en el complejo deportivo Ian Barney, así como en el gimnasio de una escuela y en dependencias de una iglesia, según informó a Télam el subsecretario de Seguridad y Justicia, Julio Letzken.
En tanto, en Leandro N. Alem, ciudad de 40 mil habitantes y vecina de Oberá, hay unas 20 familias alojadas en escuelas e iglesias, que esperan volver a su domicilio en las próximas horas.
Según analizó Letzken, «la cantidad de agua caída, 150 mm, en sólo dos horas es la misma que se esperaba para todo el mes, y en esas condiciones no hay sistema de desague que esa cantidad sin provocar inundaciones», aseguró, y recordó además que las condiciones topográficas de ciudades como Alem y Oberá, trazadas entre pronunciadas pendientes y subidas, «hicieron que en pocas horas el agua se acumulara en las partes mas baja de la ciudad, con las consecuencias por todos conocidas».