Como es historia conocida los primeros pasos de Virus fueron dados cuando también la década del 80 comenzaba a andar. Wadu-Wadu fue su primer registro, después le siguieron Recrudece y Agujero interior. “Fue Agujero… el que nos puso en la popularidad; fue un disco más comprensible, más rockero. Las compañías (discográficas) se quejaban de que hacíamos algo que no se entendía; entonces bajamos un cambio. Al año siguiente hicimos Relax y nos salieron a correr con un palo. Decían que habíamos hecho un disco que era un éxito y cambiamos todo. Dos meses después salió Relax y vendió ocho veces más, entonces nos aceptaron”.
El relato es de Marcelo Moura, actual vocalista de Virus, quien recorre la historia de la banda aproximándose a la salida de Locura, un material que este año cumple tres décadas. “Con ese incremento de la popularidad (que dio Relax) se fue generando un círculo de actuaciones. Con más giras se acorta el tiempo de composición. Entonces llegamos a grabar Locura, sin tiempo para componer”, relató. Hoy, treinta años después, esos temas forman parte del repertorio estable de Virus y sonarán a modo de festejo esta noche, a partir de las 21.30, en el Teatro El Círculo (Laprida y Mendoza) luego de una presentación (en agosto del corriente año) en el Teatro Ópera en Buenos Aires, de la que se desprenderá un DVD en vivo que saldrá a la venta en diciembre.
El relato despierta la memoria de Marcelo, quien recuerda que al entrar al estudio a grabar Locura tenían un total de siete canciones: “El productor nos pidió por lo menos ocho, y ya teníamos fecha de mezcla en Estados Unidos. Entonces hicimos una basecita en el estudio y seguimos en el avión. Para los más jóvenes, cabe aclarar que antes los aviones tenían un «atrás», un sector fumadores donde las azafatas traían whisky; ahí nos fuimos con Julio y Fede (su otro hermano luego fallecido, vocalista original de la banda) y seguimos trabajando en ese boceto. Ya en Estados Unidos, Fede con un amigo (Eduardo Costa) le puso letra y terminó siendo «Luna de Miel», el tema más escuchado en la historia de Virus”.
“Estábamos con mucho trabajo, llegando a un momento muy especial. Creo que lo lindo fue que pudimos expresarnos muy relajadamente sin tantas presiones. Entonces también salió lo más natural de cada uno”, aportó Julio sobre el contexto de Locura.
“Pero la fortuna siempre se encargó de castigarnos mucho”, dijo Marcelo. “Locura fue número uno en toda Latinoamérica; teníamos en el escritorio de la oficina los pasajes y todas las señas para un gira enorme por EE.UU. y México; y se enfermó Federico”. Y fue después de la salida de Locura y durante la grabación de Superficies de placer que la salud de Federico comenzó a empeorar. “Estábamos en Río de Janeiro, él tenía una especie de neumonía; cuando se recuperó grabamos las voces. Fue una experiencia muy fuerte; no sé de donde le salía la voz porque había estado dos meses con neumonía y grabó con el alma”, recordó Julio.
Después de la desaparición física de Federico Moura, ya en 1988, tras la salida de Superficies de placer, la agrupación se vio devastada pero no claudicó: “Tuvimos que empezar de cero –recordó Marcelo–, de menos cero, porque todo el mundo decía que Virus sin Federico no existía. La gente tiende a pensar que el cantante se encarga de todo. Son muchos los casos, pero no el nuestro. Sabíamos que jamás íbamos a remplazar a Federico pero que Virus podía seguir sin él. Para eso había que atravesar las críticas lógicas: por más que yo supiera cantar, remplazar a Federico de un día para otro ante cinco mil personas era difícil: me ponía nervioso, desafinaba como un gallo, me temblaban las manos. Eso se aprende sobre el escenario. Jamás me quejé de esas críticas porque eran ciertas. Lo que no me pareció fue que decían que Virus seguía para mantener un negocio, y era la antítesis de eso. Supimos desde el primer momento que habíamos elegido el camino más difícil, pero siempre me gustaron los desafíos. Lo encaramos y ahora festejamos 30 años de Locura en el mismo teatro que lo presentamos (Teatro Ópera) repleto”.
“Lo más difícil no fue enfrentar las críticas, sino salir de esa situación tan tremenda porque perdés un hermano, alguien con quien trabajabas y el mundo pierde un artista muy importante; después que critiquen o digan que salimos a robar te puede doler, pero no es tan intenso como lo otro. Recargar energía para seguir es una elección de vida”, aseguró Julio, uno de los principales compositores de la formación además de ser el de perfil más bajo de los Moura: “No entiendo eso del perfil; yo siempre fui muy tímido, muy vergonzoso y en el grupo siempre tuve un lugar, me gusta componer y estar metido dentro de la banda. Federico era un showman y Marcelo es extrovertido. Yo siempre fui más para adentro”, asumió quien al recordar la salida de Locura y los primeros años de Virus aseguró: “No éramos tan concientes de lo que estábamos haciendo. Indudablemente había atrás una necesidad estética, pero no era algo que fuese premeditado”.
Quiebres estéticos y contextos disímiles
En los 80 Virus propició un quiebre estético muy fuerte, en sus vestimentas, en la forma de enfrentar los escenarios, los colores y las luces. En perspectiva es posible preguntarse si existe la posibilidad de un quiebre estético como ése en la actualidad. “Ahora, con la globalización y toda la cosa cibernética, es difícil pensar cómo sigue todo, porque hay un punto de virtualidad y de deshumanización muy fuerte”, reflexionó Julio Moura, y continuó “En ese momento era un desafío muy fuerte, estábamos en una dictadura. Al principio salíamos a tocar, terminábamos el show y nos metían en cana a todos. Era otra actitud, otro lenguaje. Ahora cambió todo el sistema de comunicación de la gente. Las discográficas desaparecieron, los nuevos músicos hacen un disco en una semana, pero no tocan o no venden discos. Entonces es más difícil: de alguna manera tenés todo resuelto, pero tenés que encontrarle la vuelta; escucho chicos que me gusta lo que hacen pero no tocan, y eso para mí es algo muy importante: el contacto con la gente creo que es la cosa más humana que se puede hacer”.