La Justicia investiga un ataque a balazos a la casa particular del actual titular de la nueva Dirección de Control de Grandes Edificios Municipales, Osvaldo Aita, quien anteriormente se desempeñaba como director de Control Urbano de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana. Según denunció el funcionario, el jueves por la madrugada desconocidos dispararon contra el frente de su vivienda –ubicada en pasaje Coulin al 1700, en barrio La Guardia– ocasionando cinco impactos de proyectiles que se distribuyeron entre el inmueble y los autos que estaban en el garaje.
Personal del Ministerio Público de la Acusación recolectó distintas pruebas y pedirá imágenes de cámaras emplazadas en las cercanías para ver si se puede determinar la mecánica del atentado y la identidad de los atacantes. Además, se dispuso llevar adelante un patrullaje preferencial por la zona.
Visiblemente preocupado, el funcionario contó que en medio de la lluvia escucharon en plena madrugada las detonaciones. “Bajé asustado por mis padres, que estaban sentados en el comedor, para ver qué había pasado. En un principio pensamos que era afuera porque estaba tormentoso, después nos quedamos intranquilos pensando que podía haber sido algo en la calle. Cuando amaneció y salimos, vimos varios impactos de bala: algunos de ellos pegaron en los vehículos que están adentro y eso generó una situación muy fea”, relató.
Aita insistió en todo momento que desconocía cuál podía haber sido el móvil del ataque. “No sé qué pasó. Hice algunas sugerencias que no puedo hacer públicas por el secreto de sumario, pero en este momento no se me ocurre qué puede haber pasado. Uno hace tantas actividades pero no se me ocurre nada puntual, o un hecho que haya sido relevante al respecto”, aclaró.
“Sé que están buscando filmaciones. Igualmente no hay cámaras cerca de casa. La más cercana está a unos 150 metros, en España y Uriburu. La verdad es que no sé qué pensar. Por ahí como todavía figuro como director de Control Urbano alguien cometió un error”, insistió.
El fiscal a cargo de la causa, David Carriza, contó que ni bien se recibió la denuncia desde el Ministerio de la Acusación se envió personal de la Policía Científica y de Investigaciones (PDI) “para establecer desde el punto de vista objetivo” la cantidad de disparos que se hicieron, dónde impactaron, y si los proyectiles rescatados son de una misma arma o de más.
“Se está investigando en base a determinadas circunstancias para ver si podemos identificar quiénes fueron los autores del hecho”, remarcó.
“Lo que consta en la denuncia es que la víctima no puede establecer ningún vínculo en concreto con alguien en particular debido a que no ha tenido ningún tipo de inconveniente para motivar este tipo de hecho. Lo primero que surge, y teniendo en cuenta la gravedad del hecho, es que está un poco desorientado en cuanto a la violencia y teniendo en cuenta que no ha tenido ningún problema en concreto que habilite a sospechar algo. Las balas son de alto calibre”, siguió.
“Se está tratando de ver si hay algunas cámaras en la zona que puedan revelar a los atacantes mediante un seguimiento cronológico”, concluyó.