Carlos Dávola reconoce tener cierto grado de “locura, obstinación y pasión” por lo que realiza desde hace casi dos décadas: llevar adelante los destinos futbolísticos e instituciones de Tiro Federal. Con aciertos y errores. En un año de extremas dificultades por el descenso al Torneo Federal B. Y en lo personal por un episodio de salud que lo puso al borde de la muerte. “Yo ya tengo 65 años y estoy más cerca del arpa que de la guitarra. Me juego la vida para que el club sea autosustentable”, resume el presidente tirolense en la reflexión más impactante de la entrevista con El Hincha.
—¿Asumís la responsabilidad de todo lo bueno y todo lo malo que pasa en el club?
—Por supuesto que sí. En esto hay que tener un grado de locura, obstinación y pasión. ¿Cuáles son los objetivos de un club? Estar, permanecer, desarrollarse y no desaparecer. Yo no quiero que el club se sostenga únicamente para pagar sueldos. Tenemos un predio de 9 hectáreas y queremos dejarlo entre los mejores de Rosario en cuanto a infraestructura.
—Ahora que pasó el tiempo y se puede hacer un análisis más preciso. ¿Por qué descendió Tiro Federal?
—Porque no se puede armar un equipo competitivo si no hay guita. No tuvimos capacidad económica para afrontar el torneo. El fútbol no es ciencia; es plata.
—Pero si no hay plata para el fútbol del club, ¿por qué sí la hay para obras en el predio?
—Las obras en el predio van a quedar. Estamos en una etapa trascendente a nivel institucional y yo estoy más cerca del arpa que de la guitarra. Quiero dejar un club que se autogestione con la inversión que hemos hecho a través de las obras. Quizás el año próximo el club empiece a autofinanciarse. Lo único que sirve es que Tiro Federal genere recursos y comercialización.
—¿Y quién puede tomar la posta en la administración de Tiro Federal?
—Una vez que tenés estructura, puede venir cualquiera que tenga ganas de gerenciar y trabajar para el club. Si lo hacemos autosustentable, encontraremos gente capacitada. Yo ya tengo 65 años y laburo entre 14 o 15 horas por día entre la empresa y el club. Lo necesario para dejar lo que quiero dejar. Yo ya empiezo a mirar la bandera a cuadros.
—¿Por qué siempre la conducción de Tiro Federal fue tan unipersonal? ¿No dejaste que nadie te ayudara o se dio así nomás?
—(Piensa 5 segundos) A ver… Tiro Federal es un club para poner; no para sacar. En clubes en donde hay que poner la mano en el bolsillo, ¿quién se quiere quedar? Ojalá me hubiera acompañado alguien con la billetera. La gente no sabe cuánta guita hemos puesto en el club.
—Hablemos de guita entonces.
—Tiro Federal recibe 60 mil pesos por mes de la AFA por participar en el Federal A. Y en cada presentación hay que incluir gastos como abrir el estadio a través del personal de Utedyc, los árbitros y la policía para el operativo de seguridad.
—¿Te molestó que se haya difundido a través de redes sociales que el plantel viajó en el micro lechero a Puerto Madryn con pocos suplentes y con viandas de sándwiches?
—Ya no me dejo llevar más por los impulsos en el fútbol. Por ejemplo, el último viaje a Comodoro Rivadavia para enfrentar a la CAI, cuando aún teníamos chances de salvarnos del descenso, nos costó 120 mil pesos. ¿Cómo se pagó? Con mi tarjeta de crédito. Al poco tiempo viajamos a Madryn y nos costó 80 mil. Eso la gente no lo sabe ni tampoco me esfuerzo demasiado para que lo sepan.
—¿Cuánta guita se lleva invertida en el predio? ¿Diez millones?
—Más o menos. Tenemos un grupo electrógeno que vale un millón de pesos. Siempre hay una razón detrás de cada acto.
—¿Quedaron muchas deudas de la participación del equipo en el Federal A?
—Ahora estamos en pleno proceso de desvinculaciones porque los contratos de los jugadores terminaban en diciembre. No tenemos deudas en ese aspecto.
—¿Con qué plantel se va a jugar el Federal B?
—Es un campeonato para hombres. Por supuesto que habrá pibes del club. Todavía no definimos la situación de Fabio Pérez, el DT que terminó en el torneo anterior. La categoría más difícil es la que no podés aguantar. El Federal B no es tan difícil como el Federal A. Con rivales más cercanos y sin distancias largas por recorrer, empezaría a principios de año próximo con dos ascensos y sin descensos.