Hasta acá llegó. Más no pudo. Newell’s perdió 2-1 con Lanús como visitante y el sueño de clasificar a la Copa Sudamericana se esfumó en noventa y pico de minutos.
La noche en el sur bonaerense no empezó bien para la Lepra. A los cinco minutos se lesionó Gabriel Báez y debió ingresar Víctor López, para que así Nehuén Paz cubra el lateral izquierdo.
El inicio del partido mostró a dos equipos comprometidos. Con defectos y virtudes, pero con la idea de buscar el triunfo. Denis Rodríguez lo tuvo de zurda, pero su remate salió desviado. El local tuvo lo suyo con una media vuelta de Oscar Benítez que controló Ezequiel Unsain.
Y cuando el conjunto de Bernardi se mostraba mejor llegó el gol granate. Benítez envió un centro al corazón del área que Nicolás Aguirre, sin marca alguna, conectó de cabeza.
Newell’s fue en busca del empate. Sin demasiadas ideas, pero con mucha convicción.
Ese afán por llegar a la igualdad fue sacudido por el tempranero gol en contra de Marcos Cáceres en el amanecer del segundo tiempo. El paraguayo cerró de forma pésima un centro de Benítez y convirtió un golazo.
La Lepra entró en un mar de dudas. El debutante Elías tomó del pantalón a Acosta en el área y Beligoy marcó penal. Román Martínez fue el ejecutante y Unsain le adivinó la intención. El arquero le dio vida a su equipo.
Y a los doce minutos el Rojinegro achicó la brecha. Denis Rodríguez ajustició a Ibáñez desde afuera y la esperanza volvió a crecer.
Pero esa ilusión leprosa comenzó a decaer con la expulsión de Villalba a los 21 minutos. Bernardi, en un llamativo cambio defensivo, priorizó su arco con el ingreso de Mateo por el intrascendente Tevez.
El local capitalizó el hombre de más. Movió el balón de lado a lado y nunca dejó crecer a Newell’s. La Lepra se mostró desganada ante esa situación. Sin confianza. Sin respuestas desde el banco.
El tiempo pasó y Lanús se metió entre los ocho que pugnarán por cuatro lugares para la Sudamericana 2016. Newell’s cerró un año para el olvido, en donde la irregularidad fue su máxima aliada. Tanto con Américo Gallego en el primer semestre y mucho más con Lucas Bernardi como técnico en el segundo.
Aguante rojinegro
Cerca de 6.000 simpatizantes de Newell’s aprovecharon la chance, tal como sucedió ante Estudiantes en el torneo, para presenciar el duelo con Lanús. El hincha dijo presente, pero el equipo volvió a fallar.
