La defensa del ex secretario de Transporte Ricardo Jaime pidió su absolución en el marco del juicio oral y público que investiga el choque de trenes de Once ocurrido el 22 de febrero del 2012, que le costó la vida a 51 personas y causó heridas a casi 800.
“Mi defendido se alejó de la función de secretario el 30 de junio del 2009, casi tres años antes de que se produjera el hecho que constituye el objeto procesal de la causa”, sostuvo el abogado Andrés Marutian al exponer este martes su alegato.
“Solicito se absuelva de culpa y cargo a Ricardo Raúl Jaime”, postuló el letrado al finalizar su alegato, que se extendió durante unas dos horas en los Tribunales Federales de Comodoro Py.
Además, Marutian apuntó contra el maquinista de la formación, Marcos Córdoba, otro de los imputados, al señalar que, “en forma criminal, anuló voluntariamente el freno de hombre muerto que hubiera evitado esta tragedia”.
En ese sentido, el defensor de Jaime aseveró que existen en el marco de este proceso “evidencias inequívocas acerca de lo sucedido”.
Y luego de plantear una serie de nulidades en el marco de la causa, Marutian cargó duramente contra la actuación del fiscal federal Fernando Arrigo, quien expuso su alegato en septiembre pasado.
“Jamás tuve una experiencia tan bochornosa y agraviamente al estado de derecho como la vivida en este juicio. Ello en virtud exclusivamente de la instrucción llevada a cabo por la acusación del fiscal”, postuló Marutian, quien previamente había solicitado al Tribunal la nulidad de ese alegato.
Al deslindar a su defendido de cualquier tipo de responsabilidad en el choque, el abogado subrayó que tras dejar su función de secretario de Transporte en junio del 2009 Jaime “no ejerció ninguna actividad vinculada al sector de transporte en ninguno de sus niveles ni tampoco desde el sector privado”.
Además, sostuvo que “durante los seis años al frente de la Secretaría de Transporte (se desempeñó entre 2003 y 2009) no tuvo que enfrentar ni un solo accidente ferroviario”.
Si bien reconoció que en ese lapso “se produjeron ocho muertes”, buscó poner el acento en que se trataron de “suicidios y dos cruces con barreras bajas, por lo tanto no eran accidentes ferroviarios”.
También enfatizó que, previo al alejamiento de Jaime de su cargo, “en marzo del 2008, la Secretaría de Transporte había sido desplazada de la administración de la infraestructura ferroviaria, de su mantenimiento y de la gestión del sistema de controles de la circulación de trenes”.
En ese marco, sostuvo que a partir de esa fecha el control de esas áreas “pasaron a la órbita del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios”.