El papa Francisco celebró en Kenia su primera misa multitudinaria en el marco de la gira que lo llevará a tres países africanos e instó a los feligreses a rechazar la violencia doméstica y la «arrogancia» masculina.
«Estamos llamados a resistir prácticas que fomenten la arrogancia en los hombres, que hieran o menosprecien a las mujeres y que amenacen la vida de los inocentes no nacidos», dijo Francisco en la homilía ante cientos de miles de personas en Nairobi.
Francisco se refirió de ese modo a los altos índices de violencia doméstica registrados en la sociedad conservadora del país africano. En su sermón, pronunciado en el campus de la Universidad de Nairobi, el pontífice llamó además a los jóvenes a «ocuparse siempre de las necesidades de la gente pobre» y a trabajar contra la desigualdad y la discriminación.
A pesar de la lluvia, los fieles hicieron fila para entrar en el campus y el ambiente era alegre. Si bien la homilía no contó con las 500.000 personas esperadas, el Vaticano reportó que unos 300.000 acudieron a la misa. «La alegría de verle me llega al corazón. Es tan bueno poder verle en persona», dijo Mary Waithera, que vio al papa argentino llegar a la misa en el papamóvil.
Algunos de los fieles que vitorearon al pontífice llegaron de lugares tan lejanos como Burundi o Sudán del Sur. «Los corazones de todo el mundo se han rendido a su visita a Kenia», dijo Peter Kangethe Gathiga, uno de los creyentes.
La misa celebrada será probablemente el acto más multitudinario del primer viaje del pontífice a África, que durará seis días y que le llevará también a Uganda y a la convulsa República Centroafricana.
Antes de la eucaristía, Francisco, de 78 años, celebró un encuentro interreligioso con representantes anglicanos, musulmanes, hindúes, sijs y de las religiones tradicionales africanas, a los que pidió cooperación. El nombre de dios «nunca se debe utilizar para justificar odio y violencia», les dijo.
«Muy a menudo la gente joven se radicaliza en el nombre de la religión mostrando su desacuerdo y temor», dijo el pontífice, que recordó tres atentados perpetrados en el país en los últimos dos años y que costaron la vida a 230 personas.
La milicia islamista somalí de Al Shaabab atentó contra un centro comercial de Nairobi en 2013, así como contra un campus universitario en el este del país y actuó también en Mandera, en el norte. «Sé que los ataques bárbaros en el centro comercial Westgate, en la universidad Garissa y en Mandera no se han olvidado», dijo Francisco.
El pontífice argentino llegó en la tarde del miércoles a Kenia, donde se reunió con el presidente Uhuru Kenyatta. Las autoridades del país declararon fiesta nacional durante la visita del papa para respaldar el gran despliegue de seguridad, que ha llevado a que se cerraran muchas carreteras en Nairobi.
Este jueves, el papa también hizo referencia a la cumbre internacional del clima que comenzará la semana próxima en París. En Nairobi, sede del Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el Sumo Pontífice se refirió al encuentro en la capital francesa, en el que la comunidad internacional espera lograr una reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y, de ese modo, poner coto al calentamiento global.
El fracaso de un acuerdo sería «triste» y «catastrófico», advirtió Francisco, que urgió a combatir el cambio climático como uno de los causantes del «trágico» aumento de la migración pobre.
El papa, que dedicó una encíclica a la lucha contra el cambio climático, destacó además que la inminente cumbre en París es un paso importante «en el camino hacia el desarrollo de un nuevo sistema energético que sólo dependa en un grado mínimo de los combustibles fósiles y tenga como objetivo la eficiencia energética».
El máximo representante de la Iglesia católica criticó además que muchas personas terminen siendo víctimas de la contaminación ambiental a raíz de la codicia de obtener mayores ganancias.
Para cambiar la «cultura del descarte» a largo plazo, advirtió, es necesario contar con soluciones políticas y técnicas, pero en particular con una «nueva cultura». Francisco partirá el viernes a Uganda, en un viaje que también le llevará a la República Centroafricana, un país que sufre los enfrentamientos entre cristianos y musulmanes. En su undécimo viaje, el papa visita África por primera vez desde que llegó al Vaticano en 2013.