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Norma Bustos, la mujer que murió reclamando justicia

En enero de 2013 asesinaron a su hijo, su padre murió de tristeza, y después su marido. Hace un año la asesinaron a balazos.

Esta es la historia de Norma, una mujer común que vivió un hecho extraordinario que le cambió la vida: la muerte de su único hijo a manos de un grupo de hombres que buscaba a otra persona. Esta tragedia determinó que esta ama de casa de 55 años se dedicara a buscar justicia. El temor que envolvió a muchos de los habitantes de barrio Tablada, donde Norma echó raíces, no torció su voluntad para denunciar a los violentos que asolaban su lugar y acercar información sobre el crimen de su hijo a Tribunales. En el trayecto perdió a su esposo por una enfermedad, aunque no mermó su lucha. Sus últimos tiempos los vivió en su casa, ganándose la vida gracias a un pequeño almacén que fue el escenario de su asesinato en noviembre pasado. Ya no hay reclamos de justicia por ellos. La causa penal por el crimen de su hijo avanza a través de un juicio escrito mientras que la investigación por su muerte no tiene progresos. Recientemente el caso cambió de manos y la investigación quedó a cargo de la fiscal Marisol Fabbro por una redistribución de causas que dispuso la realización de algunas medidas, según refirió una fuente de la Fiscalía.

Norma Bustos tenía 54 años cuando el 27 de enero de 2013 se enteró de que a 50 metros de su casa su hijo había sido asesinado. La tragedia golpeó a su puerta. Perdió a su hijo y al día siguiente a su padre Ernesto, que no soportó la noticia del crimen de su nieto y falleció, supo declarar Norma. Esa noche, luego de cenar, su hijo Lucas Spina salió de su casa cerca de la 12. Caminó unos metros hasta la esquina donde solía juntarse con sus amigos. Se sentó a tomar una cerveza con otros 3 jóvenes cuando vieron acercarse por Pavón un automóvil que se detuvo y comenzó a dispararles. Todos intentaron protegerse; el último en pretender correr fue Lucas, que recibió varios balazos, uno de ellos en la cabeza que le causó la muerte, mientras que dos de sus amigos sufrieron lesiones.

Según uno de los testigos presenciales, los atacantes eran los hermanos Milton y José Damario, hoy procesados y llevados a juicio por el hecho. Buscaban a Joel, un joven que no estaba en el aquella noche en el lugar. De los tres muchachos que estaban con Lucas, sólo uno brindó datos en la causa respecto de los agresores y luego de la muerte de Norma se desdijo. Sostuvo que había brindado esa información por presión de la mujer, aunque finalmente regresó a Tribunales y contó que el día previo a asistir a una nueva declaración en el Juzgado de Sentencia 5ª en octubre pasado fue amenazado. Por este hecho hay una investigación en el nuevo sistema y el joven se encuentra resguardado.

La lucha de Norma

A partir de la muerte de Lucas, Norma comenzó a recolectar toda la información que pudo sobre los agresores de su hijo y la mecánica del hecho. A pesar del temor de los vecinos, Norma siguió adelante. Declaró que algunos de ellos fueron a su casa a decirle que si eran citados dirían que no vieron nada, incluso se careó en Tribunales con algunos vecinos. La mujer solicitó el acompañamiento del Centro de Asistencia Judicial, que intervino brindándole apoyo; hizo marchas reclamando Justicia y denunció públicamente lo que pasaba en su barrio con las drogas y recibió el apoyo de otras madres con tragedias similares. Norma nunca quiso irse de Tablada, sentía que desde allí podía seguir aportando a la causa de su hijo.

El 21 de noviembre de 2014 fue asesinada en el interior del quiosco que atendía en su casa. Hasta allí llegaron dos hombres que se bajaron de una moto, le solicitaron una mercadería y cuando la mujer les dio la espalda le gatillaron. La investigación quedó en manos del fiscal Ademar Bianchini, aunque en 11 meses no hubo avances sobre el hecho ni se cruzó información con el viejo sistema donde se encuentra la causa Spina. Recientemente la Fiscalía informó que hubo una redistribución de causas por carga de trabajo y la investigación por el crimen de Norma Bustos pasó a manos de la fiscal Marisol Fabbro, que motorizó una serie de medidas en busca de evidencia que logre desentrañar el homicidio de aquella mujer que murió reclamando Justicia.

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