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Nora Lezano: “Soy una fan privilegiada”

Fotógrafa del rock and roll, su ojo mostró a los músicos más importantes, como Gustavo Cerati, Fito Páez y Charly García. En el MACRO se exhibe la muestra denominada “Fan” , donde las fotos de Lezano son un relato del universo del rock de las últimas décadas.

El Museo de Arte Contemporáneo de Rosario (Macro), inauguró cinco muestras como celebración de su 11º aniversario. Las exposiciones se pueden visitar hasta el 1 de marzo con entrada libre y gratuita. Las muestras, una por piso de los nueve que tiene el museo, corresponden a Entre pliegues y fragmentos, (Mariela Leal, Claudia Casarino y Ricardo Marujo), Emprendimiento ( Maximiliano Peralta Rodríguez), Pájaro afrodisíaco ( Washington Cucurto) y Río (Alejandra Fenochio). En los últimos dos pisos desbordan las imágenes de la artista visual Nora Lezano, que expone su muestra Fan. Amigable y divertida, la fotógrafa dialogó con El Ciudadano sobre su particular mirada.

—La muestra Fan que se monta en Rosario consiste en una serie de 125 fotos que abarcan casi 25 años de mi estadía en la música desde principios de los noventa hasta ahora. Cuando Fito Páez vio la muestra me dijo: “Son los mejores años de todos nosotros”. Y me parece que tiene razón: Los de él, de Andrés Calamaro, de Gustavo Cerati. Porque los noventa fueron muy importantes.

—De hecho para Fito fueron años efervescentes, con una explosión de color y salir del sepia y el blanco y negro ¿Para comprender ese estado de los artistas se debe tener una conexión particular?¿ Y así fotografiarlos?

—No con uno en particular sino con todos. Es imposible llegar a tener tanta intimidad con estos monstruos si no conectas. Me parece que había una conexión con cada una de sus vidas, sus egos con los que lidiar. Pero no puedo decir nada de ninguno. Digamos que es todo malo y todo bueno.

— Vos tenes fotos propio de una cobertura de concierto pero también retratos en estudio. ¿Cómo son esas sesiones?

—No tengo estudio. Si el trabajo lo requiere, alquilo. Me gusta más meterme en los lugares de ellos porque están más cómodos, mas contenidos. Pero también me gusta sacarlos de ese lugar porque es un desafío: el poder tenerlos mas despojados…

—Tenemos muchos trabajos hechos a solistas ¿Tus fotos a músicos se producen igual para solistas que para las bandas?

—Hice muchas de grupos, algunos del denominado “under” que quizás no se conozcan acá. También muchas de prensa para difusión más que de discos. Y en cuanto a las fotos de shows, no me perdí ninguno de las bandas que me gustan.

—¿El fotógrafo elige el instante que desea mostrar del concierto?

—La foto del show es un documental donde uno no tiene el control de nada, ni de la luz ni del personaje. Tenés que estar atento a lo que pasa. Al instante. Por eso a veces uno no disfruta tanto de los conciertos cuando saca fotos, porque estas atento todo el tiempo al diafragma, al obturador, a los de seguridad más alguno que se cae a la trinchera. Y vos intentando la mejor toma. Claro que trabajar en un estudio, una locación o en una casa es mucho más relajado, porque ahí el fotógrafo tiene el control de todo.

— A propósito de ese control que ejerce el fotógrafo en las sesiones, ¿cómo es trabajar con Charly García?

— Y él es impredecible. Es cómo es y me encanta trabajar con él. Hay una anécdota muy interesante: Hice una tapa para Rolling Stones una vez, y yo ya estaba en el estudio con todo preparado. Me llama Charly: “Vení a buscarme a mi casa”, me dijo. Y claro que yo lo quería matar. El estudio estaba en San Telmo y él vivía frente al Shopping Alto Palermo. Estaban esperando los vestuarístas y los maquilladores. Estaba todo listo para sacar las fotos. Entonces me tomé un taxi hasta su casa para buscarlo. Nos quedamos un rato de acuerdo a sus tiempos. Cuando estábamos volviendo, él agarró una guitarra y un amplificador que se podía tocar en cualquier lado. Subimos al taxi para volver al estudio. Nos sentamos los dos atrás y Charly se puso a tocar en un volumen tremendo.

El taxista lo miraba por el espejo. En un semáforo yo abrí la puerta para sacarle una foto con una pocket chiquita. Había un ruido total adentro del taxi. Quería hacer una foto de Charly con la cabeza del taxista pero  cuando el semáforo dio verde. El conductor no me vio entre tanto sonido de la guitarra. El taxi arrancó. Yo me caí. La camarita voló por el aire y Charly se asustó tanto como nunca lo había visto. Le gritaba al taxista que frenara. Finalmente me subí al taxi toda raspada, dolida y llorando. Charly me agarró la cara y me daba besos. La anécdota es que me dijo: “Me encanta, porque sos igual que yo: no medís el peligro”

 — ¿Podés  armar una sesión de fotos con alguien desconocido, sin intercambio previo?

—De hecho hubo una primera vez con Charly. Alguna vez sucede. Como trabajo para un suplemento de un diario me piden unas fotos con un escritor determinado y voy y las tomo. Como soy muy sociable no tengo mayores problemas, lo que lo hace más llevadero y amigable.

¿Las fotos que mostrás en los dos pisos del MACRO fueron publicadas o alguna quedó afuera por decisión de algún editor?

—En esta muestra hay un montón de fotos que hice por encargo y otras que hice para mí. Y hay fotos de una sesión en donde colgué la de al lado, la siguiente. Hay muchas que hice para mi y no fueron publicadas nunca, como una muy icónica de Gustavo Cerati donde él tiene la cabeza apoyada sobre los manos en blanco y negro. Lo que traje es la secuencia entera: los dos fotogramas anteriores. Y después no solo hay fotos, sino también se puede ver algunas púas, un mensaje de texto que me mandó Cerati y una carta de Andrés Calamaro donde describe la foto que le saqué diciendo que es una de sus favoritas.

— ¿De qué artistas sos fan?

—De un montón. Me encanta la música y los escritores así que son fan de muchos. Pero no hay que dedicarse al fanatismo sino a admirar. Eso queda claro en estos tiempos. Y la muestra es un homenaje mío a toda la admiración que tengo de esos músicos. Por eso se llama Fan, porque soy una fan privilegiada, una gran admiradora. La muestra gira en todo ese universo y con esos tesoros de músicos que admiro. Así los muestro, mi ojo sobre esos músicos.

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