Un árbol sin hojas pintado de color rojo sorprendió a los vecinos de Paraguay al 1000, que al igual que los transeúntes de la zona observaron con asombro la llamativa figura que contrasta con el paisaje tradicional de la cuadra. El autor de la “intervención” fue el dueño de una peluquería de la cuadra que, según narró, había plantado el ejemplar frente a su local hace 27 años con su padre y por una poda “mal realizada” por la Municipalidad se secó. Ante esto, decidió pintarlo de rojo para “devolverle un poco de vida, de color y de luz para que todos sintamos lo que sucedió y no vuelva a pasar”. Desde Parques y Paseos no avalan la iniciativa y afirmaron que lo podaron antes de extraerlo, ya que corría riesgo de derrumbe frente a fuertes tormentas.
La controversial “intervención” sobre el árbol ubicado en pleno microcentro de la ciudad disparó las más diversas opiniones entre vecinos de la zona y autoridades municipales, que se sorprendieron al encontrar un ejemplar de Paraguay al 1000 pintado con acrílico rojo. El particular acto fue realizado por el dueño de una peluquería de la cuadra que, según explicó, había plantado el árbol, un ficus, frente a su local, hace 27 años junto con su padre como un “emblema de un comercio familiar”. El árbol se secó hace cuatro años y decidió pintarlo para “intervenirlo artísticamente” e invitar a reflexionar acerca del cuidado de la naturaleza.
“El árbol fue plantado hace 27 años y fue el emblema de un comercio de una familia y de una pyme dedicada a la estética y al mundo de la belleza. Hace cuatro años pedimos a la Municipalidad una poda estilo inglesa para dejar limpio el tronco y la copa elevada, pero en su lugar lo cortaron por completo y el árbol murió. Decidimos llamar la atención a la ciudadanía y a los vecinos para visibilizar un acto brutal, porque es un acto vil el matar un árbol de semejante tamaño sin dar explicación. No queda rama verde en ese árbol; creí que intervenir artísticamente sobre ese esqueleto, esa madera en estado de putrefacción, era devolverle un poco de vida, de color y de luz para que todos sintamos lo que sucedió y no vuelva a pasar”, explicó Mariano Verrone, dueño de la peluquería Dante, situada en Paraguay 1074, frente al árbol en cuestión.
En el marco de una vereda céntrica, colmada de negocios, el árbol de color rojo brillante atrae las miradas de los transeúntes y contrasta notoriamente con el paisaje sepia de la cuadra. “Es el árbol más grande de la cuadra y es todo un símbolo plantar un árbol, es un mojón en la vida; ponerlo en color rojo es un mojón de atención para no permitir que se mate a un ser vivo”, agregó Verrone, quien destacó que la intervención se realizó “desde una perspectiva respetuosa y estética para anoticiar y sentar precedente”.
La pintura del árbol terminó el 1º de diciembre, después de una serie de tareas de preparación previas realizadas por el propio peluquero. “Hubo que hacer una preparación de la madera, desembicharlo, ponerle selladores para que la madera quedara fuerte y sólida, trabajarlo con enduidos y colorantes para formar un estuco y luego aplicarle una capa barniz para que se vea como un objeto de brillo vidrio”, puntualizó el comerciante, quien ya se había animado a intervenir este mismo ejemplar dos años atrás: “El anteaño pasado apenas hicimos una intervención en plata y dorado que se borró rápidamente por las inclemencias del tiempo, este año se fue por más y pretendemos que la intervención perdure, que sea un objeto artístico que simbolice que a partir del arte trasmutamos la muerte en vida”.
Consultado sobre las repercusiones de esta iniciativa, Verrone señaló que “la muerte no la hice yo, simplemente traté de decorarla”.
“Yo pinté un árbol muerto y a mí me mataron un árbol vivo. Lo paradójico es que en su momento no hicimos la poda por cuenta propia para evitar una multa y ahora yo corro riesgo de que me multen por realizar esta intervención”, agregó, al tiempo que afirmó que continuará realizando intervenciones en espacios públicos que apunten a reflexionar sobre problemáticas ambientales a partir del arte.
Sin aval
Desde la Municipalidad se pronunciaron en contra de esta intervención y afirmaron que el autor será notificado a la brevedad por la infracción cometida. “Detectamos la intervención en el árbol la semana pasada; el jueves se acercaron los ingenieros en dos oportunidades para hablar con el propietario del negocio pero no encontraron a nadie. Procedimos a la realización de un acta que será entregada en mano mañana (por hoy) por intervención al arbolado público”, señaló Cecilia Mijich, subsecretaria de Medio Ambiente.
Según explicó, el árbol tenía un dictamen de extracción por el peligro de caída que acarreaba frente a fuertes vientos y posibles tormentas. “El árbol no está podado, está en proceso de extracción, a partir de un dictamen técnico avalado por un ingeniero. En este caso, el ficus aparentemente estaba en una maceta, se enraizó y quedó en ese lugar que no correspondía ya que tenía riesgo de caída en tormenta; es una especie compleja para la ciudad porque tiene probabilidad de caídas, además se trata de una vereda muy angosta y esa especie no correspondía en ese lugar. Los ingenieros determinaron esta situación y dictaminaron la extracción. Para esto primero se quita la copa y después se vuelve para su retiro definitivo y reforestación correspondiente. Lo primordial es quitar el riesgo mediante la poda y avanzar con la extracción definitiva una vez que cesó el alerta meteorológico, por eso muchas veces quedan en la vía pública hasta que volvamos para extraerlo”, advirtió Mijich, al tiempo que destacó que “no determinamos extracción de especies arbóreos a menos que sea estrictamente necesaria”.
En cuanto a la reciente intervención, negó el aval de su área y confirmó que se sancionará al comerciante porque “no está permitido intervenir el arbolado público sin la autorización correspondiente”.
“Pintar el árbol es una acción que trasmite un daño enorme para la especie. En este caso es un árbol muerto pero mucha gente pueda malinterpretar la acción y ésta se puede replicar en otros lugares sin reparar en que puede perjudicar a la especie. Además, el impacto visual es altamente negativo en el ámbito urbano, esa cepa se va a terminar extrayendo tal como está dictaminado y con esta intervención aceleraremos los tiempos de su retiro”, concluyó Mijich.
Vecinos sorprendidos
Los vecinos de Paraguay al 1000 se manifestaron con respecto a la intervención, con opiniones disímiles. “Al margen de lo novedoso, el ver un árbol pintado color rojo no deja de ser un elemento decorativo de la ciudad, integra el paisaje urbano, atrae al transeúnte, al peatón. A través de su vida hoy sigue presente como un mojón, algo que alguna vez simbolizó vida, sombra y aportó al ser humano, hoy también está aportando como un elemento más que hace al paisaje urbanístico”, señaló Edgardo. Por su parte, Manuel, quien vive hace seis años en la cuadra, expresó su desacuerdo: “Ya lo habían pintado de blanco y dorado y lo adornaron por las Fiestas. Ahora lo pintaron de rojo, pero la verdad que no lo comparto, a mí mucho no me gusta”.