Sufrió más de la cuenta. Pero cumplió con su deber: clasificarse a la gran final del domingo. Gracias al gol de Lucas Alario, River le ganó 1 a 0 a Sanfrecce Hiroshima y sueña con más. Recién hoy se conocerá el rival cuando se midan Barcelona y Guangzhou de China.
El equipo de Marcelo Gallardo contó con una gran actuación de Marcelo Barovero, quien en el primer tiempo le tapó tres pelotas claras de gol a los japoneses.
River jugó presionado, con la obligación de hacer pesar su historia ante un rival desconocido a nivel mundial pero que venía con un buen presente. Sin dudas, esto hizo mella en el rendimiento del Millonario, que por momentos padeció los contragolpes de los rápidos jugadores de Sanfrecce.
El Millo tuvo la posesión de la pelota en gran parte del juego. Aunque en la primera parte las más claras fueron para el rival, que no pudo batir a un increíble Barovero.
Tras el descanso, River salió en busca del gol que le diera tranquilidad. Y fue a través de los ingresos de Lucho González y Tabaré Viudez que el conjunto argentino encontró más juego y comenzó a inquietar a los de Hiroshima que de a poco se fueron apagando.
El gol de Alario llegó a los 26 minutos tras una jugada de pelota detenida y así los de Gallardo encontraron la tranquilidad necesaria para terminar el partido sin sobresaltos.
Con la victoria River se aseguró un lugar en la final e hizo delirar a los más de 15 mil hinchas que se hicieron presentes en el estadio de Osaka para alentar al equipo del Muñeco.
Hoy el Millo conocerá su rival y todo hacer creer que será Barcelona, pero más allá de eso ayer River cumplió con su deber: jugar la final del Mundial de Clubes. Ahora quiere más y sueña con la gloria…
