El año que comienza se prepara para la llegada de infinidad de novedades cinematográficas nacionales, medio centenar ya terminadas, otras casi listas o en preproducción, con posibilidades concretas de estar en las pantallas dentro del año que acaba de comenzar, y una porción sustancial, con la esperanza de participar en las más importantes competencias internacionales. Es que, a pesar de la ausencia actual de políticas claras en materia de la industria del Séptimo Arte, pero con el envión de los últimos años motivado por los aportes del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), el cine argentino planea un masivo estreno de películas: habrá ficciones y documentales de grandes directores y óperas primas para todos los gustos.
El año cinematográfico, que comenzará este jueves con los estrenos de Camino a La Paz, ópera prima de Francisco Varone, con Rodrigo de la Serna; y Resurrección, de Gonzalo Calzada, una oferta de terror a la criolla con Patricio Contreras, promete importantes regresos. Mientras tanto, el jueves 14 será el turno de 8 tiros, del también debutante Bruno Hernández, con Daniel Aráoz, Leticia Brédice y Alberto Ajaka.
Si bien ya se conocen los nombres de medio centenar de títulos, es casi seguro que los estrenos nacionales de 2016 sumen en total los casi dos centenares de 2015, repartidos entre los que tuvieron salida comercial en circuitos o los que ocuparon salas como los Espacios Incaa o alternativas de las muchas que hay en el país.
En febrero próximo llegará la esperada Mecánica Popular, una obra que ya sorprendió en el último Festival de Mar del Plata, con el regreso de Alejandro Agresti como director, esta vez con Alejandro Awada en el papel de un editor de libros al filo del suicidio que recibe la sorpresiva visita de una aspirante a escritora, interpretada por Marina Glezer, que lo cambia todo.
También en febrero se verá El rey del Once, de Daniel Burman, con Alan Sabbagh, con la que el director de El abrazo partido vuelve al barrio que es escenario de varias de sus propuestas con raíces judías, otra vez con eje en la relación entre un padre y un hijo, del mismo modo que Una noche de amor, de Hernán Guerschuny, con Sebastián Wainrach y Carla Peterson.
En esta mixtura de drama y comedia, Wainrach y Peterson interpretan a un guionista y a una psicóloga, matrimonio de años y con hijos, que una noche y frente a su relación opacada, deciden conversar un poco de todo y ese todo deriva en algo más que un replanteo que, como es de esperar, cambiará sus vidas en forma trascendental.
La muestra argentino-europea Pantalla Pinamar, en la primera quincena de marzo, y un mes después del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente-Bafici, en la segunda de abril, guardan en su programación algunos de los títulos de esta lista y seguramente muchos otros que irán completando la grilla de un año que anticipa sorpresas.
Tres tanques del nuevo año
La lista para el resto del año tiene muchos títulos más, algunos con nombres que cargan trayectorias reconocidas, por ejemplo Juan Taratuto, autor de Me casé con un boludo, que vuelve a reunir a la pareja Adrián Suar y Valeria Bertucelli, como ya lo hizo en la exitosa Un novio para mi mujer hace ocho años, también con Norman Briski.
Otro de los títulos esperados es Zama, que marca la vuelta de Lucrecia Martel, respaldada por Pedro Almodóvar, que revisa el relato de Antonio Di Benedetto acerca de Don Diego de Zama, un oficial español asentado en la Asunción del Paraguay del siglo XVII, interpretado por Daniel Giménez Cacho, que espera su pase a Buenos Aires.
Ya en plena temporada se conocerá Kóblic, de Alejandro Borensztein, con Ricardo Darín interpretando a un capitán de la Armada en tiempos de la dictadura, que huye de sus propios camaradas, al esquivar órdenes que están más allá de sus límites morales, “por lo que pasa al bando de los traidores”, según explicó su director.
Humor e infantiles para julio
En la segunda mitad del año, la pantalla grande verá llegar un documental de Diego Recalde titulado Víctimas de Tangalanga, acerca de los blancos de sus bromas, y El método Tangalanga, de Ariel Winograd, con Campi Campilongo. Ambos refieren al humorista telefónico Tangalanga, de quien en 2016 se cumplen 100 años de su nacimiento. Para el público juvenil y muy cerca de las vacaciones de julio llegará Tini: El gran cambio de Violetta, nuevamente con Tini Stoessel en una propuesta destinada a capitalizar en la pantalla la mercadotecnia de la cantante que logró reconocimiento internacional con su personaje Violetta.
Homenaje por más memoria
En materia de conmemoraciones, se repondrá en copia recuperada digitalizada La historia oficial, de Luis Puenzo, con Héctor Alterio y Norma Aleandro, que demostrará una vez más que conserva intacta la fuerza que hace tres décadas llevó por primera vez el tema de los hijos apropiados por la dictadura al cine y mereció el Oscar de Hollywood.
El mundo con otros ojos
Dentro del inmenso abanico que implica el llamado cine independiente llegarán Hernia & Helena de Matías Piñeiro, Pozo de aire de Milagros Mumentalher, El limonero real de Gustavo Fontán (según el relato del santafesino Juan José Saer) y Primavera de Santiago Giralt, con Mike Amigorena, así como Paula, debut de Eugenio Canevari visto con buena repercusión en San Sebastián.
Otro de los films para este año son El Movimiento, de Benjamín Naishtat, con Pablo Cedrón como un singular líder de principios del siglo XIX en medio de enfrentamientos entre unitarios y federales, y La luz incidente, inquietante relato de Ariel Rotter con Érica Rivas y Marcelo Subiotto, ambientado en la década del 60, ambos rodados en blanco y negro.
Con firmas ya aplaudidas llegarán Lulú, de Luis Ortega, con Nahuel Pérez Biscayart; Ciudadano ilustre, de Mariano Cohn y Gastón Duprat; Nadie nos mira, de Julia Solomonof; Sangre en la boca, de Hernán Belón, con Leonardo Sbaraglia como un singular boxeador, y El hilo rojo, de Daniela Goggi, un drama erótico con Eugenia China Suárez y Benjamín Vicuña.
El medio centenar de largometrajes que ya tienen cuerpo se completa con más obras prometedoras, como Dos elefantes de Marco Berger, Una novia de Shanghai de Mauro Andrizzi, Solar de Manuel Abramovich, Artax de Diego Corsini, Permitidos de Ariel Winograd, con Martín Piroyansky y Lali Espósito, y Guaraní de Luis Zorraquin.
Por su parte, Angelita la doctora marca el debut como cineasta de la actriz y teatrista Helena Tritek, seguida por otras óperas primas como El encuentro de Guayaquil de Nicolás Capelli, acerca del encuentro de José de San Martín-Simón Bolívar; Onyx de Nicolás Teté y Operación México-Un pacto de amor, de Leonardo Bechini, según libro de Rafael Bielsa.
Hay más. Por ejemplo: El Pampero de Matías Luchessi, La tierra roja de Diego Martínez Vignatti, que pasará primero por Pantalla Pinamar; Terror 6 de Federico y Sebastián Rotsteiny, y el documental Fausto también de Juan Manuel Repetto, acerca de un joven autista y su ingreso a la universidad.
Documentales esperados
Hasta ahora autor de ficciones, Paulo Pécora incursiona en el backstage con Amasekenalo; se verá también Los dioses de agua de Pablo César rodada en África, y una lista de documentales que incluye a Agosto final de Eduardo Sánchez, y Favio, crónica de un director de Alejandro Venturini. También este año, si todo marcha sobre ruedas, podrían conocerse en el último trimestre, dos producciones que se las traen: Gilda, no me arrepiento de este amor, de Lorena Muñoz, con Natalia Oreiro como la cantante de quien en 2016 se conmemoran 20 años de su muerte, acompañada por Pablo Rago, y la comedia La pareja perfecta, el nuevo trabajo de Damián Szifrón (Relatos salvajes).