El ex director de la Afip Ricardo Echegaray asumió ayer al frente de la Auditoría General de la Nación (AGN) luego de que la vicepresidenta Gabriela Michetti finalmente firmara su designación formal en el organismo de control con la condición de que renuncie si es procesado en una causa.
La designación de Echegaray, propuesto por el Frente para la Victoria, requería de las firmas de los presidentes del Senado y de la Cámara de Diputados, pero el oficialismo demoraba ese trámite con el argumento de asegurarse, primero, que el ex director de la Afip no tuviera causas abiertas en la Justicia.
El presidente de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó, había firmado la resolución en diciembre y sólo faltaba la rúbrica de Michetti, quien finalmente ayer avaló la designación.
El nombramiento fue permitida por el oficialismo luego de que Echegaray firmara una declaración jurada en la que asegura no tener procesos penales y en la resolución firmada por Michetti se dejó constancia de que se revocará su nombramiento en caso de ser procesado en alguna causa abierta en su contra.
Las fuentes consultadas por Noticias Argentinas admitieron que al no estar procesado en ninguna causa judicial carecían de argumentos para continuar demorando su designación, que era reclamada con insistencia por el Frente para la Victoria, que como principal partido de oposición le asiste el derecho constitucional de ocupar ese cargo en reemplazo del radical Leandro Despouy.
Reunión con Despouy
Con el aval de Michetti, Echegaray se presentó ayer por la tarde ante Despouy con la resolución firmada por los presidentes de las dos Cámaras del Congreso y ambos procedieron a la firma del acta mediante la cual tomó posesión de la presidencia de la AGN, se informó oficialmente.
En tanto, el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, señaló que la habilitación para Echegaray “se discutió con los socios y con las otras fuerzas políticas” y finalmente “se aprobó porque no había ninguna condición objetiva para no hacerlo”.
“Si hubiera condiciones objetivas para rechazarlo a él o a cualquier otro, se lo rechazaría. En este caso no había”, ratificó el ministro en declaraciones a la prensa acreditada en Casa Rosada, acompañado por el presidente de la UCR, José Corral, y el jefe del bloque de senadores radicales, Ángel Rozas.
Bajo control
La AGN había quedado acéfala tras la renuncia de Despouy, quien se desempeñaba como presidente del organismo de control desde el gobierno de Eduardo Duhalde y, tras la asunción del presidente Mauricio Macri, debía dejar el lugar a un dirigente propuesto por la nueva oposición.
A ello de le sumó que la diputada de la Coalición Cívica y aliada del macrismo, Elisa Carrió, presentó una impugnación a la postulación de Echegaray por supuestas incompatibilidades con el cargo para el que había sido propuesto.
En los últimos días, el presidente del bloque de senadores del PJ-Frente para la Victoria, Miguel Ángel Pichetto, había reclamado a Michetti y Monzó que firmaran la designación y había relacionado las dilaciones con “un manejo arbitrario y discrecional” para “impedir” que asuma en la AGN “la persona designada por el PJ”.
