“Ya está a 14 pesos. Vamos a ver qué excusa tienen ahora”. Tratando de disimular el enojo, un integrante del gabinete económico hablaba así sobre el primer conflicto con un “frente aliado”, según su propia definición, del gobierno de Mauricio Macri. Se refería a los sojeros y a la “falta de cumplimiento de su promesa” de liquidar u$s 400 millones semanales a los que se habían comprometido a aportar para fortalecer las reservas del Banco Central; luego de la salida del cepo vía devaluación (sinceramiento, para los hombres del gabinete) y, lo más importante, después de la rebaja de 5 puntos porcentuales en los niveles de retenciones a las exportaciones de la oleaginosa.
El hombre había seguido de cerca transpirando su celular durante todo el almuerzo que mantuvieron ayer al mediodía con el presidente Mauricio Macri y el resto del gabinete. Allí estaban el jefe de Gabinete, Marcos Peña; los ministros de Hacienda Alfonso Prat Gay; Desarrollo, Francisco Cabrera; de Energía, Juan José Aranguren; de Interior, Rogelio Frigerio; de Transporte, Guillermo Dietrich; de Agroindustria, Ricardo Buryaile; de Trabajo, Jorge Triaca; de Turismo, Gustavo Santos; y el titular del BCRA, Federico Sturzenegger. La fuente sabía que en algún momento llegaría el pedido de explicaciones del jefe del Estado sobre la evolución alcista del dólar, y quería tener el dato exacto sobre la cotización; y, a mano, la explicación sobre la política cambiaria de dejar que la divisa suba a un nivel cercano, o incluso superior, a los 14 pesos para que los sojeros tuvieran el incentivo final. Pero también tenía a flor de piel el reclamo para que sea todo el gabinete económico el que supiera que uno de los aliados del macrismo, el campo (más explícitamente los sojeros) no cumplían y así complicaban la estrategia oficial.
No hubo necesidad. El almuerzo transcurrió por visiones macro sobre las primeras medidas tomadas por el gobierno, pero sin profundizaciones ni reproches. Se habló del levantamiento del cepo, de la quita de retenciones, del precio del dólar; pero ante un Macri sólo interesado en saber si los responsables tenían dominado el tema. Luego se pasó a otros tópicos, como la rebaja a los impuestos a automotores, el movimiento turístico, entre otros capítulos; en todos los casos, evaluados con optimismo por parte de Mauricio Macri.
Superado el examen, el funcionario llegó a su despacho y terminó de asentir, avalando el precio levemente superior a los 14 pesos del dólar. Para él, el nivel “de equilibrio” que debería tener la divisa. Y, lo más importante, un valor que los sojeros deberían ponderar y aceptar para el mediano plazo. En otras palabras, precio ideal para que comiencen a liquidar.
Desde el otro lado del mostrador, los que tienen la soja, las partes se dividen. Las grandes exportadoras (Cargill, Dreyfus, Nidera, ADM, Dehesa, Bunge, Noble, etc.) afirman que no hay sobresaltos y que si bien no al ritmo comprometido, los dólares van llegando. Se habla incluso de unos 200 millones de dólares semanales (o aún más), que irán liquidándose y que en poco tiempo fortalecerán las reservas del Central. Por lo bajo se recordaba (y comparaba) la angustia oficial por la llegada de dólares y las llamadas telefónicas para saber si las divisas están o no a punto de liquidación; con los tiempos en que el mismísimo Guillermo Moreno saturaba (y maldecía a veces) a los exportadores reclamando que el dinero ingresara a las arcas públicas. Igual se aseguraba ayer que los tiempos son otros y que en la Casa Rosada, en el Palacio de Hacienda, en el Banco Central y en el Banco Nación “hay gente amiga”.
Pero no todos son grandes exportadores en el mundo sojero local. Los productores, la otra pata del sector, aún no están convencidos de acelerar la liquidación de lo que consideran si variable de ahorro, acumulada en los silobolsas a la espera de tiempos mejores. Afirman que si bien hubo un cambio de ciclo y muy buenas noticias con el cambio de gobierno, con los actuales precios de la oleaginosa rondando los 320 dólares la tonelada, los tiempos merecen la espera de mejores condiciones. Se habla que el precio que venía mostrando el dólar de no más de 13,5 pesos; no era conveniente y se aferraban a informes de consultoras económicas privadas locales de todo tipo de procedencia política (tanto oficialistas como opositores), mencionan un dólar promedio para el resto del año por encima de los 14, 5 pesos; incluso llegando a los 15 pesos. Así las cosas, en este mundo que supo vencer las presiones del kirchnerismo en general y de Moreno y Axel Kicillof en particular, se especulaba hasta último momento en que el precio del dólar “pos cepo” y pos rebaja de retenciones, sólo serviría para cubrir los costos de la última campaña, preparar la que se viene, acelerar alguna inversión retrasada por la falta de confianza en el final del gobierno anterior, y no mucho más. Ahora, con el valor estacionado en 14 pesos, habrá que ver si la voluntad cambia. Mientras tanto, y a la espera de no acelerar el conflicto, el que habló anteayer fue Ricardo Buryaile. Dijo que “la oferta de soja se va a normalizar en los próximos días” y que “el compromiso con los exportadores se está cumpliendo en cuanto al ingreso en dólares, que eran 400 millones de dólares semanales”. Había aclarado los dichos del secretario de Agricultura, Ricardo Negri, quien manifestó que la liquidación de la oleaginosa “no era la esperada”.