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Baleadas en barrio Alvear

Dos jóvenes que iban en moto fueron atacadas a tiros por un hombre que se movilizaba en un rodado similar: una, embarazada a punto de dar a luz, recibió dos plomos y estaba fuera de peligro; su acompañante seguía en terapia intensiva.

Dos jóvenes fueron acribilladas ayer por la madrugada en barrio Alvear, aunque hasta anoche sin un desenlace fatal. Iban en una moto, cuando un supuesto desconocido les disparó, desde un rodado similar, sin mediar palabras, y huyó de la escena del ataque. Las mujeres debieron ser internadas en dos centros de salud, una de ellas en estado delicado, aunque estable. Cuando fueron entrevistadas la Policía, las víctimas no aportaron datos sobre los agresores, ni los posibles motivos del tiroteo. Sin embargo, vecinos aportaron a El Ciudadano una versión coincidente de lo que pasó: en el barrio hay una disputa territorial entre dos bandos narco que ya ha tenido escaramuzas y, para ellos, la de anoche fue el primer episodio de gravedad de ese enfrentamiento. Hasta anoche no había personas identificadas por la balacera.

Ayer, cuando el reloj marcaba la 1.50, Magalí U. y María del Rosario C. fueron atacadas. Iban en una Yamaha YBR de 125 centímetros cúbicos, cuando en Cafferata al 3400, a la altura del pasaje Curupaytí, se les apareció un hombre, que circulaba en otra moto, y las baleó.

De acuerdo con lo que pudieron establecer los investigadores, en base a los dichos de las víctimas, el pistolero no les dijo nada, ni les robó: disparó y se fugó.

Las muchachas fueron trasladadas a dos centros de salud, en dos ambulancias del Sies. María C., que tiene 29 años y un embarazo de 39 semanas, fue atendida en el hospital Provincial por una herida de arma de fuego en el glúteo y otra en la zona lumbar. De acuerdo a lo que contaron fuentes oficiales, la joven fue estabilizada y, hasta anoche, su vida no corría peligro; tampoco la de su bebé. Magalí U., que tiene 24 años, se llevó la peor parte. En el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez los médicos le diagnosticaron heridas múltiples de arma de fuego en la zona inguinal. Si bien voceros oficiales señalaron que la muchacha estaba en estado delicado, ayer por la mañana uniformados de la seccional 18ª esperaban poder entrevistarla ya que, según ellos, ya había sido estabilizada y no corría riesgo de vida.

La versión del barrio

De acuerdo con varios vecinos de la zona de la balacera, los tiros de anoche fueron la concreción de un enfrentamiento que estaba latente. Siempre según estas fuentes, las chicas baleadas pertenecen a un grupo de familias que se instalaron hace poco tiempo en una casa que está ubicada a unos 80 metros de la escena de la agresión, por Curupaytí, casi Iriondo.

“Desde que esta gente vino al barrio se ven un montón de movimientos raros. Las motos entran y salen a toda hora. Según mi hijo, tienen un delivery” de drogas, explicó un jubilado.

Los vecinos de barrio Alvear aseguraron que hace pocas semanas un muchacho, algo alterado, se presentó frente a la casa de pasaje Curupaytí y comenzó a lanzar insultos y amenazas: “Acá no se puede vender, esta es zona nuestra y si se hacen los locos los vamos a cagar a tiros”, vociferó. Por ello ninguno de los habitantes de la zona se asombró cuando en la madrugada de ayer se escucharon las detonaciones de arma de fuego. “Este es un barrio de laburantes y no queremos que se transforme en un campo de batalla. Acá están pasando cosas raras y los tiros de anoche pueden ser el anuncio de algo más grande”, cerró una mujer que vive a pocos metros del lugar donde fueron baleadas Magalí y María.

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