La vicepresidenta argentina, Gabriela Michetti, y el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, protagonizaron un cruce de opiniones respecto de la situación de los Derechos Humanos en el país caribeño, en el que la funcionaria nacional cuestionó las «prácticas de gobierno contrarias a la defensa de derechos humanos».
El contrapunto entre los líderes de las delegaciones de Argentina y Venezuela sucedió durante la sesión realizada a puertas cerradas por los jefes de Estado y representantes de los países que integran la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (Celac), en el marco de la IV cumbre presidencial de ese organismo multilateral.
Allí, Maduro pidió a la Argentina «no involucrarse en los asuntos internos del Estado venezolano», en referencia a las declaraciones mediante las cuales el presidente Mauricio Macri y otros funcionarios, expresaron preocupación por la situación de los Derechos Humanos en ese país, y en particular sobre la situación del opositor Leopoldo López, condenado a 13 años de prisión como «autor intelectual» o «instigador» de las protestas antigubernamentales que causaron la muerte de 43 personas, en su mayoría simpatizantes chavistas o fuerzas de seguridad del gobierno venezolano.
A su turno, Michetti cruzó al líder bolivariano al afirmar que «es necesario superar algunas prácticas de gobierno contrarias a la defensa de los Derechos Humanos», y le recordó la “solidaridad” del pueblo venezolano para con los “exiliados argentinos de la dictadura militar”.
La vicepresidenta destacó que la Argentina ha sido “beneficiaria de la solidaridad internacional en el momento de la mordaza que la dictadura militar le puso al pueblo argentino” y que “a partir de las denuncias que muchos países hicieron de violaciones a los derechos humanos en el país es tiempo de retribuir esa solidaridad y señalar aquellas prácticas de gobierno contrarias a la defensa de los Derechos Humanos”.
Recordó además la representante de Argentina que ”el pueblo venezolano fue muy solidario en aquellos tiempos con los exiliados de la dictadura y que por eso debíamos agradecerle eternamente a Venezuela esa generosidad”.
Las diferencias de Maduro con la Argentina por el tema de los derechos humanos se evidenciaron a partir de la postura expuesta por Macri en la reunión del Mercosur en diciembre del año pasado, cuando el mandatario argentino había reclamado «la pronta liberación de los presos políticos en Venezuela», y señalado que “no puede haber lugar para la persecución política por razones ideológicas y la privación ilegítima de la libertad por pensar distinto».
A partir de ese momento se registraron fuertes declaraciones por parte de Maduro y su canciller, Delcy Rodríguez, en respuesta a la posición de la Argentina.