El asesinato de un chofer de taxi el martes por la noche derivó en una larga jornada de protestas y mucha tensión durante el día de ayer. Eduardo Piris, de 41 años, fue baleado antes de la medianoche en zona oeste y el hecho desató un paro inmediato total del servicio, que culminará recién hoy a las 10. En tanto, la Policía detuvo a un joven de 16 años como presunto autor del disparo que acabó con la vida del trabajador.
Todo se inició pasadas las 23 del martes, cuando una pareja joven tomó el servicio en Avellaneda y Viamonte con destino a Ituzaingó y Gutenberg. Cuando el vehículo llegó a destino y detuvo la marcha, el chofer recibió un disparo que le ingresó por la nuca provocándole la muerte en el momento. Al instante se hicieron presentes en el lugar algunos vecinos, colegas y, más tarde, efectivos de la Policía santafesina, quienes dieron inicio a la búsqueda de los autores del crimen, que no se llevaron nada.
Según trascendió ayer, el menor de16 años sospechado de ser el asesino fue apresado minutos después del crimen en la zona de Gutenberg y Cerrito a partir de datos que aportaron vecinos del barrio, que vieron pasar corriendo a un joven que se refugió en una vivienda cercana. Cuando fue hallado, el muchacho tenía en su poder dos cartuchos de escopeta, según la información policial. Al cierre de esta edición se buscaba a una joven, de la misma edad que el detenido, que habría participado del crimen.
En tanto, al ser trasladado a la seccional 13ª, se corroboró que el joven había sido nombrado en un hecho de tentativa de homicidio en agosto del año pasado (por entonces tenía 15 años y era no punible) y también contaba con un antecedente por tentativa de robo en diciembre. El joven fue trasladado ayer al Instituto de Recuperación Adolescente (Irar) y hoy será entrevistado por el Juzgado de Menores N° 3.
Con todo, el ministro de Seguridad de la provincia, Maximiliano Pullaro, fue consultado sobre si la muerte de Piris podría estar vinculada a conflictos internos entre taxistas o a sectores de la fuerza policial. “Nosotros lo tratamos hoy como un hecho de inseguridad. Hay una persona muerta y por respeto a la familia del taxista, que era un obrero que estaba trabajando, no descartamos nada. Pero lo abordamos como un hecho de inseguridad”, respondió el funcionario.
Algunas fuentes consultadas ayer por este medio destacaron como dato a tener en cuenta que las personas que abordaron a Piris no se llevaron nada del vehículo una vez que lo asesinaron. Claro está, ese dato no pasa inadvertido para los investigadores.
A la par, y apenas trascendió el crimen, los peones de taxis iniciaron un paro total de actividades que culminará recién hoy una vez que concluya el entierro de la víctima. El cortejo fúnebre partirá a las 9 desde Salta y Francia.
El hecho también dejó al descubierto las disputas que existen entre los peones de taxis. Es que una parte de los trabajadores se concentró desde la madrugada en inmediaciones de la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno, con corte de calles incluido para pedir justicia. Bloquearon la salida y entrada de ómnibus, que subían los pasajeros por calle Santa Fe hasta las 15, cuando se normalizó. Este grupo, denominado “autoconvocados”, mantiene diferencias desde hace tiempo con la conducción del sindicato. De hecho, hubo un enfrentamiento a golpes de puño en la escena del crimen, el martes por la noche, cuando se encontraron ambos bandos. La Policía debió intervenir con disparos al aire para ponerle fin a la pelea.
En la mañana de ayer integrantes del gremio que lidera Horacio Boix se hicieron presentes en la sede local de Gobernación. Allí se produjeron algunos momentos de tensión cuando también llegaron al lugar representantes de los titulares de licencias de taxis. Los empleados cuestionan a los patrones por negarse a implementar medidas de seguridad que los protejan. Por ejemplo, sacar el pago en efectivo de las unidades y reemplazarlo con tarjeta.
Con todo, ya a las 10.30 de la mañana dio inicio una reunión entre representantes de todos las partes y autoridades políticas locales y provinciales. Allí estuvieron, además de Pullaro, el secretario de Gobierno municipal, Gustavo Leone, y la secretaria de Transporte y Movilidad, Mónica Alvarado.
El encuentro se realizó luego de que el domingo pasado las mismas autoridades públicas y sectoriales analizaran en conjunto las políticas de seguridad que ya se están implementando y se consensuarán las actividades a ejecutar en el corto plazo. Todos habían coincidido en que los hechos de robo y ataques disminuyeron. Pero ayer ese diagnóstico había estallado por el aire.
Seguridad para unos “negocio” para otros
El tesorero de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar), José Iantosca, dejó entrever ayer luego de la reunión que se desarrolló a la mañana en Gobernación que el crimen de Piris podría estar vinculado con la intención de instaurar el sistema de pago con la tarjeta Movi (que se utiliza para pagar el colectivo) e instalar cámaras de videovigilancia en los taxis.
Catiltar se resiste a esas medidas y es por eso que Iantosca fue increpado por un grupo de integrantes del Sindicato de Peones cuando llegó a Gobernación para la reunión con los funcionarios locales y provinciales.
El dirigente dijo que no tiene certeza de que el crimen haya estado vinculado con la presión para instaurar las nuevas medidas de seguridad, pero igual planteó sus “dudas” y mencionó que hay “un gran negocio” que lo lleva a sospechar.
En ese sentido, sostuvo que Catiltar recibió una propuesta de instalar cámaras en las unidades a un valor de 12 cuotas de 4 mil pesos.
Luego opinó que es “falso” que esta medida o el pago con tarjeta mejoren la seguridad. Y para convencer a los cronistas mencionó en ese sentido la muerte del “periodista Procopio” (sic). En rigor, quiso hacer referencia al arquitecto asesinado Sandro Procopio, que es hermano del periodista Pablo Procopio.