Francia recibió ayer al presidente iraní, Hasan Rohani, con la firme voluntad de simbolizar el deshielo en las relaciones del país asiático con Europa, que se traducirá en los suculentos contratos que van a anunciarse hoy.
Rohani llegó ayer por la tarde a París, donde se reunió de manera informal con una delegación de los más importantes empresarios franceses y con el ministro galo de Economía, Emmanuel Macron, aunque el día más importante de su visita oficial será hoy.
El presidente francés, Francois Hollande, recibirá en el Palacio del Elíseo al iraní, primer presidente de ese país que viaja a Francia en 17 años, que cierra de esa manera su gira por Europa que lo llevó anteriormente a Italia.
El viaje de Rohani estaba en un principio previsto para el 17 de noviembre pasado, pero se suspendió por los atentados yihadistas del 13 de noviembre en París y Saint Denis.
Fuentes del Elíseo destacaron que la visita marca “la profundización de un diálogo político exigente entre Francia e Irán”, al tiempo que recordaron que “pese a las tensiones políticas, los puentes entre ambos países nunca rompieron del todo”.
La jornada comenzará con una entrevista con la directora general de la Unesco, Irina Bokova, para inmediatamente después ser recibido de manera oficial por el canciller, Laurent Fabius. Tras ser recibido por Hollande en el Elíseo, ambos brindarán una conferencia de prensa.
Pero más allá del contenido diplomático del viaje, la reaparición de Irán en el concierto internacional vendrá marcada por la intensa agenda económica de la visita.
Rohani desembarcó en París rodeado por dos vicepresidentes y nueve ministros, casi todos ellos de carácter eminentemente económico, y por una delegación de empresarios que mantendrán reuniones con la poderosa corporación patronal francesa, Medef, auspiciadas por la presencia del primer ministro, Manuel Valls.
Medios franceses especulan con que hoy se anunciará un encargo iraní de 114 aviones de Airbus, con los que pretende renovar la maltrecha flota de Iran Air, muy castigada por las sanciones internacionales debido al programa nuclear iraní.
Según la prensa francesa, también se suscribirá un acuerdo entre PSA Peugeot-Citroen y la iraní Iran Khodro para la creación de una compañía conjunta que permita al constructor francés volver a Irán.
Está previsto que la nueva compañía produzca unos 200 mil vehículos al año con la utilización exclusiva de piezas locales y que los primeros automóviles estén listos ya para la venta en 2017.
Para asegurarse de que nada ensombrezca el paso triunfal de Rohani por París, sus anfitriones decidieron evitar la celebración de la tradicional cena de gala con la que se suele agasajar a los jefes de Estado.