Una mujer de 54 años falleció anteanoche producto de las graves quemaduras que sufrió en el 60 por ciento de su cuerpo en un confuso episodio en el que también resultó baleado su hijo de 30 años y que ocurrió el 27 de diciembre pasado en la esquina de José Ingenieros y Sánchez de Loria. Por el caso, un vecino fue identificado como el agresor y, al cierre de esta edición se encontraba prófugo de la Justicia.
La víctima fue identificada como Viviana Raquel Vicente, de 54 años, y el hecho ocurrió al mediodía del 27 de diciembre pasado en barrio Fisherton. Según fuentes policiales, su hijo Javier M., de 30 años, ingresó al hospital Eva Perón con un disparo en la pierna izquierda.
El muchacho contó que un vecino le disparó tras protagonizar una discusión. Poco después de este ataque, Viviana, mamá del herido, terminó con el 60 por ciento del cuerpo quemado. “No está clara la situación pero una versión dice que quiso prender fuego la casa del sindicado agresor y en esas circunstancias quedó rodeada por las llamas”, dijo una fuente policial, quien añadió que la mujer quedó internada en el Heca en estado reservado hasta anteanoche a las 20 cuando falleció por las lesiones.
A su vez, existe otra hipótesis que investiga si la mujer y su hijo alquilaban una vivienda al vecino, sindicado como el agresor, quien tras una discusión con sus inquilinos baleó al muchacho y terminó rociando y prendiéndole fuego a Viviana.
Su paso por las crónicas
El último registro de Viviana en las crónicas policiales estuvo relacionado a su profesión como mechera e integrante de una banda dedicada a salideras bancarias. Fue a mediados de 2008, cuando la encontraron en un supermercado de la zona sur, donde quiso robar algunos productos. La mujer, de entonces 47 años, se había escapado de un hospital en abril de ese año, donde se encontraba internada bajo custodia tras caer en 2007 en Villa Constitución.
La fama de Viviana como experta en salidera se fue forjando a lo largo de los años 2005 y 2006. Es que, según la Policía, ella, junto a su hermana Griselda y otras personas, constituían una asociación ilícita organizada en torno a este tipo de delitos. Según los investigadores, esta banda, a la que se le atribuyen varias salideras, fue desbaratada en mayo de 2007, tras la detención de algunos de sus integrantes, aunque no de Viviana. Su hermana Griselda no corrió la misma suerte, puesto que ese mismo año fue procesada por formar parte de una asociación ilícita destinada a realizar salideras bancarias en la zona oeste.
