La quinta particular del presidente Mauricio Macri, Los Abrojos, en Malvinas Argentinas, se tiñó anoche de rock & roll. El mandatario recibió a la banda británica Rolling Stones para compartir una cena con su círculo más íntimo. El menú, a cargo del reconocido chef Pablo Massey, brilló por sus panqueques con dulce de leche.
No se trata del primer presidente fanático de los Rolling: el exmandatario Carlos Menem también había protagonizado un encuentro con la banda en 1995 en su primera gira por el país. Por aquel entonces Menem los había citado en la quinta de Olivos, en donde el caviar y el champán se mezclaban con la pizza y los más exclusivos vinos argentinos.
A diferencia de Mauricio Macri, el riojano no se caracterizaba por ser un fanático del rock, sino que para muchos se trató de una mera estrategia de campaña en busca de la re-elección.
Macri está ligado a la música desde su casamiento con la actual primera dama Juliana Awada, en donde interpretó a su ídolo Freddy Mercuri y tuvo el tan recordado accidente (se tragó el bigote postizo).
La cita anoche comenzó cerca de las 22, una velada ideal para despedir a la banda de la Argentina e invitarlos a que vuelvan pronto. Según fuentes cercanas a la Presidencia los comensales disfrutaron de un exquisito y completo asado que estuvo a cargo del cocinero Massey, un destacado asador. Si bien los Stone eligen los productos orgánicos y naturales, todos se anotaron en la lista para degustar la carne argentina. El líder del grupo, Mick Jagger , ya se había mostrado el viernes último con el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta. Y el fin de semana anterior, los Stones se dieron el lujo de escuchar en un concierto privado a Charly García, además de haber visitado una reconocida parrilla en Palermo.
El Olé Tour continúa el martes con la primera visita de la banda británica a Uruguay. Posteriormente irán a Brasil, con shows en las ciudades más importantes, como son Porto Alegre, San Pablo y Porto Alegre.
