El papa Francisco denunció ayer el trato que recibieron las comunidades indígenas en la sociedad y por eso les pidió perdón. Además, consideró que han sido “mareadas por el poder y despojadas de sus tierras”, durante la misa que se celebró en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, en el estado mexicano de Chiapas.
En el estadio municipal de esa ciudad, elegida personalmente por Francisco para lanzar su apoyo a las comunidades indígenas, el Papa condenó la manera sistemática y estructural en que “sus pueblos han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad”.
“Algunos han considerado inferiores sus valores, su cultura y sus tradiciones”, continuó el Sumo Pontífice ante las comunidades que estuvieron presentes en la misa y representan a los 11 millones de mexicanos indígenas que viven en el país.
“¡Qué tristeza!”, exclamó el Papa, por lo cual instó a todos “a hacer un examen de conciencia” y a pedir “perdón”.
Por otra parte, Jorge Mario Bergoglio alertó que el mundo no puede seguir ignorando la crisis ambiental que atraviesa, la que calificó como la más grave de su historia.
“El desafío ambiental que vivimos, y sus raíces humanas, nos impactan a todos y nos interpelan. Ya no podemos hacernos los sordos frente a una de las mayores crisis ambientales de la historia”, expresó Francisco.
Al final de la misa, el papa argentino recibió biblias en lenguas tzotzil y tzeltal y un Nuevo Testamento en lengua tzotzil de Huixtán.
Encuentro con enfermos
En horas de la tarde, el Sumo Pontífice hizo una breve visita a la catedral de San Cristóbal de las Casas para un encuentro con enfermos. Millares de personas se arremolinaron en las calles coloniales de la ciudad para ver el paso del líder de la Iglesia católica.
“Vamos a rezar por nuestros enfermos, ellos están ayudando a Jesús a llevar la cruz. Vamos a rezar para que Jesús les dé fuerzas”, expresó Francisco, a quien esperaba una multitud de fieles fuera del templo.
Antes de entrar a la catedral, visitó la tumba de Samuel Ruiz, un legendario obispo que fue mediador entre el gobierno y la guerrilla Ejército Zapatista de Liberación Nacional, cuyo levantamiento en armas para defender los derechos indígenas sacudió al país en 1994.
El pontífice tomó posteriormente un helicóptero para ir a Tuxtla Gutiérrez, capital de Chiapas, para un encuentro con familias.
En la continuidad de su gira por México, Francisco viajará hoy a Morelia, en el estado occidental de Michoacán, y mañana a la violenta Ciudad Juárez, en el norteño de Chihuahua, para culminar su visita y emprender desde allí de regreso a Roma.
Gesto hacia Milagro Sala
El papa Francisco le envió un rosario bendecido a la líder de la organización Tupac Amaru, Milagro Sala; según aseguró Enrique Palmeyro, director de Scholas Occurrentes, encargado de entregarle el presente a la dirigente social jujeña, que se encuentra detenida. “El Papa valora el trabajo de los dirigentes sociales y está preocupado por la detención de Milagro Sala”, señaló Palmeyro. Por otra parte, el juez Gastón Mercau rechazó ayer la excarcelación de Sala, por lo que la Tupac Amaru prometió “más de 200 cortes en todo el país”.