La mamá de Brian Leonel F., un adolescente de 15 años que en agosto pasado quedó al borde de la muerte después de ser baleado por un ex policía en San Francisquito, denunció que desde ese entonces su familia es blanco de hostigamiento por parte de uniformados. A mediados de enero, el chico fue golpeado, baleado con una Itaka y detenido por agentes de la seccional 18ª. Un mes antes, cuando tenía que presentarse en Tribunales, uniformados de la misma comisaría allanaron su casa sin orden judicial y se lo llevaron detenido junto a su madre. A esto se sumaron amenazas telefónicas anónimas e, incluso, los uniformados le dijeron que “lo iban a internar en un instituto de menores apenas cumpla 16”. En todos los hechos, las versiones oficial y de la familia son diametralmente opuestas. La Defensoría Pública realizará una presentación para proteger al adolescente y a su madre.
Primera agresión
El sábado 22 de agosto del año pasado Brian recibió cinco disparos en un episodio sobre el cual hubo versiones antagónicas desde un primer momento y que involucran a Hugo F., un ex agente policial de 51 años. Según el chico, ese día iba en moto con un amigo y el hombre le disparó desde el techo de una casa de pasaje Santa Isabel al 3500, en San Francisquito, para después bajar y dispararle varias veces más a una distancia más corta. Su amigo logró escapar y fue a buscar a su familia. Mientras, el ex policía lo arrastró hasta la puerta de su casa y, según Brian, no le volvió a disparar porque se metió una vecina.
Al lugar llegó personal de la seccional 18ª y Mabel, su mamá. La mujer llegó acompañada por sus hijas, que contaron que cuando un patrullero se llevó a Brian al hospital, varias personas armaron la escena: apareció un revólver, la moto fue arrastrada desde la esquina hasta vereda de la vivienda del tirador y para terminar dispararon con el 32 contra el frente de la casa.
La versión del ex policía fue otra. Y también fue la única brindada oficialmente. Primero fuentes policiales dijeron que le disparó a Brian para defender a su yerno de un robo por parte de dos chicos, uno de los cuales estaba armado. Después, según voceros judiciales, declaró que quisieron robarle a una mujer y que les disparó cuando se iban.
Malherido
Lo cierto es que Brian recibió cinco disparos, varios por la espalda, y estuvo varios días en coma y en terapia intensiva en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez. Fue operado en dos oportunidades y pasó dos meses internado. Hasta hoy tiene problemas respiratorios y dificultades para moverse.
Durante meses, el único imputado por el hecho fue el mismo Brian, por tentativa de robo.
En diciembre, la Defensa Pública se presentó como querellante para representarlos. El 9 de ese mes Brian declaró por primera vez ante la fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Marisol Fabbro, y contó su versión. Fue el único testigo. En tanto, para la versión del ex policía la Fiscalía entrevistó al tirador, a su hija, a su yerno y a un hombre que fue a hacer una denuncia a la comisaría 18ª porque le habían robado el celular.
Otro ataque
El 22 de diciembre uniformados de la 18ª allanaron sin orden judicial la casa de Brian y lo detuvieron, siempre según la familia. Para justificar su accionar, dejaron sentado que era por intento de robo de una cartera a una mujer que nunca fue identificada por la Policía.
Su mamá quiso resistir y también marchó presa a la 18ª. Quedó imputada por amenazas calificadas. Madre e hijo fueron liberados a las 14.30. A esa misma hora debían llegar a Tribunales a la audiencia donde la Defensa Pública presentó un Habeas Corpus para cuidar la libertad de Brian, luego de que declarase contra Hugo F.
Ese día el juez Hernán Postman escuchó a la fiscal Fabbro cuando le leyó un fax con las actuaciones de la última detención de Brian y rechazó el pedido de la Defensa. Postma sostuvo que el menor no corría peligro, contó el defensor Marcelo Marasca.
Enero
El 16 de enero pasado Brian volvió a entrar a la comisaría 18ª, aunque las versiones vuelven a diferir. Según contó Mabel, esa mañana su hijo la llevó al Dakar en una moto que se había comprado en el barrio y de la cual no tenía los papeles.
Cuando volvía encontró un control policial en la esquina de Amenábar y Lavalle. Los agentes le dijeron que frene, pero él se asustó y siguió de largo. A los pocos metros tiró la moto y empezó a correr.
Los policías lo siguieron y le dispararon con una Itaka con posta de goma. “Le rompieron toda la espalda”, contó Mabel. Él corrió y se metió en la casa de su hermana, en un pasillo Alsina al 3000. Los uniformados llegaron y dispararon contra el frente de la vivienda con balas nueve milímetros (casquillos que la familia encontró en el lugar). Después, entraron y se llevaron a Brian a la rastra. “Estaba herido en la espalda y le pegaron en todo el cuerpo y la cabeza. Le decían que les dé el arma y las cosas que le había robado a una señora. Como sangraba mucho y no reaccionaba, lo llevaron al Carrasco”, contó Mabel y agregó que en ese hospital le dieron calmantes y se lo llevaron sin el alta a la 18ª.
Preso
En la comisaría, Brian quedó detenido en un calabozo. Cuando Mabel llegó a buscarlo estaba casi inconciente por los golpes y con dificultades para respirar por los problemas en los pulmones. “Estaba cagado y meado encima”, describió la mujer.
Cuando estaba en la seccional, una sumariante le habló del policía que había baleado a Brian el año pasado. “Yo le dije que ese hombre era un asesino, que cómo le iba a disparar así a un chico. Y la mujer me dijo que el policía era un compañero que estaba cumpliendo con su trabajo”, contó Mabel.
A estos dichos se sumaron los de otros uniformados: “Me dijeron que a Brian le quedaban dos meses para cumplir 16 años y que lo iban a mandar a instituto de menores y que a mí me iban a hacer un sumario porque decían que les había roto el patrullero”.
Mabel se llevó a Brian a su casa y fue a denunciar los maltratos en la comisaría 13ª, pero la mandaron a la 18ª, donde le tomaron la denuncia pero no le dieron ninguna constancia de la misma.
Por el contrario, fuentes policiales informaron que ese día un menor de 15 años fue arrestado por un robo en Presidente Quintana al 3800. Según esta versión, en la calle la Policía entrevistó a Fernando Andrés M., de 19 años, quien dijo que un rato antes un joven con arma de fuego le robó un bolso y se fugó en moto. Tras efectuar un patrullaje, detuvieron a un menor de 15 años y se secuestró una moto marca Motomel Blitz color negro sin dominio, una réplica metálica de pistola y un bolso. No hubo ninguna mención a las heridas que sufrió el adolescente ni a su paso por el Carrasco.
Pesquisa
Sin embargo, voceros de la Fiscalía sostuvieron que el 12 de febrero entró a la Oficina de Violencia y Corrupción Policial la denuncia y que la investigación recayó en la fiscal Karina Bartocci.
La semana pasada, Brian recibió un llamado anónimo. Le decían que deje de mover papeles que iba a terminar mal. Él tiró ese celular por miedo. Según su familia, el chico pasa todo el día encerrado en la casa porque la calle está custodiada permanentemente por patrulleros.
Desde la Defensoría Pública, que asesora a Mabel y Brian desde el primer momento, afirmaron que van a hacer una presentación con el fin de proteger la integridad física de ambos. La misma será presentada durante esta semana ya que consideran que la vida del adolescente corre peligro en relación a la secuencia de agresiones de la que fue víctima.