Un ex policía de 43 años fue imputado con prisión preventiva por el homicidio de Elvio González, perpetrado hace dos semanas dentro una vivienda precaria de zona sudoeste que ambos compartían con un tercer hombre que se encuentra prófugo por el crimen. La víctima, de 32 años, fue hallada sin vida con un certero disparo en la nuca dentro de una casilla ubicada en la continuación de Ameghino al 4100 de barrio Alvear, donde también se encontraba el ex empleado de la fuerza herido de arma de fuego. La escena la completaban 30 bochas de cocaína y la misma cantidad de dosis de marihuana fraccionadas para la comercialización. En principio el fiscal Adrián Spelta especuló que se trató de un ajuste de cuentas por la venta de estupefacientes. Pero en pocas horas la principal hipótesis fue que el asesinato de Elvio estuvo en manos de quienes vivían con él para robarle el dinero de la venta de un auto.
Ayer, el ex policía Luis Rubén N., retirado de la fuerza en 2005 tras una oscura balacera que terminó con la muerte de dos personas y condenas a otros dos policías por ejecución sumaria, fue imputado como coautor o partícipe del homicidio de Elvio González, de 32 años, junto a otro sospechoso que se encuentra prófugo y con el que convivía, apodado “Pelado”, y con quien se presume atendían un búnker en las horas que Elvio, dueño de la casilla, salía a trabajar.
Además de acusarlo de homicidio, le imputaron portación de arma civil, amenazas calificadas y simples y le dieron prisión preventiva hasta el próximo 28 de marzo. Su defensor se opuso a la imputación y remarcó que su cliente fue víctima de una tentativa de homicidio.
La casa búnker donde ocurrió el crimen era habitada por Elvio, el ex policía Luis Rubén y otro hombre apodado Pelado. El jueves 11 de febrero, un vecino pasó a las siete de la mañana a buscar a Elvio para ir a trabajar. Lo encontró muerto con un disparo en la nuca y a su lado, al ex policía herido. Cuando los uniformados llegaron al lugar, además de la sangrienta escena hallaron 60 envoltorios de cocaína y marihuana y una vaina calibre 3.80.
Versión
La versión brindada por el ex policía, que recibió el alta al día siguiente, fue que cerca de las cinco de la madrugada se despertó para ir al baño y vio al Pelado mirando televisión y a Elvio dormido, y que más tarde, se volvió a despertar por el ruido de un estruendo en el oído que lo dejó herido. Dijo que el Pelado le contó que habían entrado dos a robar y observó a Elvio muerto en el colchón.
Pero sus dichos no coincidieron ni con la estructura del lugar, que estaba enrejado hasta el techo y cerrado con candado; ni con los testimonios de vecinos, que además, dijeron ver huir al Pelado. Además, el fiscal remarcó que le dijo a los vecinos que habían sufrido un robo, pero que ante los pesquisas acusó al Pelado.
Día después
La bronca siguió al día siguiente. Tras recibir el alta médica, que determinó que un disparo en la nuca le salió por el omóplato sin causarle prácticamente ningún daño, Luis volvió al barrio y siguieron los problemas. Según los vecinos, incluido el padre de Elvio, sufrieron amenazas para permanecer silentes, y según él, sufrió una paliza que lo devolvió al hospital, hasta anteayer, un día antes de la audiencia imputativa.
Entre los testimonios recolectados, un vecino dijo que esa noche se escucharon dos disparos que parecían provenir de la misma arma. También que oyeron el ruido del candado cuando lo rompían. Y otro dijo haber visto al Pelado romperlo y salir al trote, mientras guiñaba un ojo y pedía que si llegaba la Policía digan que les habían robado.
