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Avalan abreviado: Ema Pimpi, libre

Ya cumplió dos tercios de la pena acordada, 3 años y medio de cárcel. Asumió ser instigador del ataque a la casa de Bonfatti en 2013.

El único acusado por el atentado a la casa del entonces gobernador Antonio Bonfatti fue penado ayer con tres años y seis meses de prisión luego de que el juez Ismael Manfrín homologara el juicio abreviado al que llegaron la defensa y la Fiscalía en diciembre pasado. Por la balacera que sufrió el ahora diputado provincial también hay un policía imputado, aunque por encubrimiento agravado. Como Emanuel Sandoval, alias Ema Pimpi y de 24 años, ya cumplió más de dos tercios de la condena (parte de ella con modalidad domiciliaria), ayer recuperó la libertad en forma condicional.

El 11 de octubre del 2013, dos motociclistas y sus acompañantes atacaron a balazos la casa del entonces gobernador Antonio Bonfatti en Gallo y Darragueira. La mayoría de los proyectiles hizo blanco en las paredes, pero tres de ellos traspasaron las ventanas y llegaron al interior de la vivienda donde se encontraban el mandatario, su esposa y una empleada. Por el hecho cinco personas fueron detenidas y luego una larga investigación la jueza Alejandra Rodenas, quien tomó el caso en el último tramo por el traslado de jueces al nuevo sistema penal, dictó resolución. La magistrada procesó a Emanuel Sandoval por amenazas agravadas por el uso de arma y anonimato, abuso de arma y daño calificado. Mientras que el policía Pablo Espíndola fue encausado por encubrimiento agravado. Otras tres personas fueron desvinculadas de la causa.

Para diciembre de 2014 ambos procesados obtuvieron una morigeración de prisión y accedieron a un arresto domiciliario, aunque el abogado querellante de Bonfatti, Héctor Superti, apeló y, en segunda instancia, la Cámara Penal revocó el beneficio al policía y mantuvo la medida de atenuación respecto de Sandoval. En noviembre pasado, la querella decidió no presentar acusación contra Ema Pimpi al entender que no había elementos para llevarlo a juicio, aunque sí lo hizo con el uniformado Espíndola. Con esa decisión, sólo quedó en pie la acusación de la Fiscalía a cargo de Enrique Paz, que el miércoles 23 de diciembre último arribó a un acuerdo con el defensor particular Marcos Cella, tal como publicó El Ciudadano en su edición del pasado 29 de diciembre.

En el convenio, Sandoval admitió su participación como instigador en el ataque a la casa del entonces gobernador –responsabilidad que encuadró en los delitos por los que fue procesado– y acordó una sanción de 3 años y 6 meses de cárcel. El documento llegó anteayer a una audiencia presidida por el juez Manfrín, donde Sandoval brindó su consentimiento y ayer la sentencia quedó homologada. La pena incluye tres causas: por el atentado que sufrió la casa del ex gobernador, que encierra los delitos de amenazas agravadas por el anonimato y el uso de arma de fuego, abuso de arma y daño simple. Y otra por abuso de armas y lesiones graves ocurrida a finales de octubre de 2011, cuando baleó en una rodilla a Gustavo I. A su vez, la condena está unificada con una anterior a 3 años por abuso de armas y portación. Como Sandoval pasó bajo arresto dos años y cinco meses, ayer se le otorgó la libertad condicional. El móvil del ataque nunca quedó claro.

El policía

Espíndola tiene en su contra tres causas penales. Dos de ellas se encuentran en el Juzgado de Sentencia 2ª, a cargo de la magistrada María Isabel Mas Varela. Una está vinculada con el ataque que sufrió Bonfatti, donde fue procesado por encubrimiento agravado de un arma utilizada en el atentado –fue detenido con esa pistola en su poder–, y la otra por portación de arma, encubrimiento y documento falso. En ellas la Fiscalía ya realizó la requisitoria de elevación a juicio y resta el trámite por la querella. La tercera es una tentativa de robo calificado que tramitó recientemente en la Cámara Penal y ahora está en condiciones de elevarse a juicio.

Oscuros episodios

Hace poco más de una semana un grupo de gendarmes ingresó sin orden de allanamiento a la casa de Ema Pimpi (Washington y Cavia), donde cumplía con la domiciliaria, y dijo haberle incautado un arma de fuego, por lo cual se lo llevó detenido. Sin embargo, la tarde del día siguiente ya había recuperado la libertad por orden de la Fiscalía. A su abogado le pareció sugestivo que el procedimiento se hiciera horas antes de que Sandoval concurriera a Tribunales a la audiencia de homologación del abreviado por el atentado, lo que se frustró.

Dos meses atrás, el 18 de diciembre de 2015, Sandoval terminó herido con 14 postas de goma cuando un grupo de policías se presentó en su casa al final de una supuesta persecución. Este hecho ocurrió seis días antes de la fecha donde se firmó el abreviado por el atentado y 25 días después de otro oscuro episodio: una mujer se había presentado en la comisaría 30ª para denunciar que Ema y su hermano Lucas habían baleado el frente de su vivienda. Allanaron la casa de los Sandoval y no encontraron nada. Entretanto, el 3 de diciembre, un primo hermano de Ema Pimpi, Darío Fernández, de 22 años y apodado Oreja, fue hallado asesinado en barrio Rucci, cinco días después de haber salido “a dar una vuelta” desde la casa de un familiar.

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