A Walter Sauco lo entregaron, sospechan sus allegados. Iba en su Ford Focus blanco junto con un conocido por avenida Francia, con dirección norte-sur. Su acompañante le pidió que parara a la altura del 5300 y Walter se detuvo en la intersección con avenida del Rosario. El acompañante bajó y se metió en un almacén que está ubicado en la esquina noroeste. Pidió un paquete de cigarrillos y se quedó dando vueltas por el comercio, según testigos, como si buscara algo que no quería encontrar. El reloj marcaba las 18.10 de anteayer cuando una veintena de explosiones hizo que los vecinos de barrio Plata que estaban en la puerta se tiraran al piso o se refugiaran dentro de sus casas. Tras unos instantes la gente volvió a salir a la calle y se agolpó alrededor del Focus, que había quedado como un colador.
De acuerdo con una señora que presenció los hechos, el muchacho que estaba dentro del almacén salió a la puerta, hizo unas llamadas y a los pocos instantes apareció un Chevrolet Corsa gris en la escena del crimen. Del vehículo bajó un hombre que, sin darse tiempo para el asombro, sacó a Walter del Focus, lo cargó en su auto y desapareció del lugar; mientras que otro recién llegado se quedó con el muchacho que estaba comprando cigarrillos. Juntos revisaron el lugar, subieron al coche de Sauco, le dieron arranque y se fugaron. Unos diez minutos más tarde la esquina se llenó de policías, que sólo encontraron un mar de vainas tiradas en el piso. En la esquina de Francia y Del Rosario no había ni una mancha de sangre. “Fue impresionante. Llegaron enseguida y limpiaron todo. Nosotros no sabíamos qué hacer, todavía estábamos en shock por lo que acababa de pasar”, contó un hombre que salió de su casa luego de escuchar “una enorme cantidad de disparos”.
Cerca de las 18.30 de anteayer Walter Hugo Sauco, de 27 años, ingresó al Heca, arrastrado por su tío José Luis I. Cuando los médicos lo revisaron, el herido ya no tenía signos vitales. De acuerdo con el parte médico, tenía múltiples heridas de arma de fuego en el cráneo, el cuello y las piernas.
Según lo que pudo reconstruir El Ciudadano en base a los dichos de vecinos de barrio Plata, Sauco fue sorprendido por un grupo de desconocidos que se puso a la par de su Focus, en un auto blanco. Hasta ayer por la tarde no estaba claro, pero algunos testigos aseguraron que un hombre bajó del coche, se paró de frente al auto de Walter y gatilló una veintena de veces. En contraposición, un comerciante de la zona aseguró que los homicidas se movían en una moto “tipo Honda Tornado” que circulaban por avenida Francia, en dirección opuesta a la de la víctima, es decir de sur a norte, y cuando llegaron a avenida del Rosario cambiaron de carril, en contramano y, de frente, gatillaron “una banda de tiros” sobre el Focus y su conductor. En la escena del crimen los investigadores sólo encontraron 7 casquillos percutados de balas calibre 9 milímetros.
Hombre de los Monos
La del viernes por la tarde no fue la primera aparición de Sauco en las crónicas policiales.
El 4 de febrero de 2010 a la tardecita fue arrestado en una estación de servicios de Provincias Unidas y Presidente Perón, junto con 3 amigos. La Policía los acusó de ser los autores de una emboscada a tiros a un micro en el que volvía de Buenos Aires un grupo de hinchas de Newell’s. En esa balacera fue asesinado Walter Cáceres, un adolescente de 14 años que viajaba por primera vez a ver al club de sus amores. Un mes después de estos hechos Sauco fue liberado, al no haber pruebas concluyentes en su contra. En el juicio oral por el caso cuatro integrantes de los Monos terminaron absueltos, entre ellos el luego asesinado líder de la organización Claudio “Pájaro” Cantero.
Tres años después Sauco volvió a ser noticia. En mayo de 2013 fue arrestado junto con su hermano Mauricio y Cristian M., un amigo de ambos. Esta vez acusado de ser uno de los autores del mortal ataque a tiros sobre la familia de Milton César, en un hecho señalado por investigadores como una vendetta por el homicidio del Pájaro Cantero, ocurrido dos días antes. El hecho en cuestión sucedió el 28 de mayo a eso de las 17, cuando cuatro hombres balearon una camioneta Nissan 4X4 color negra en la esquina de Francia y Acevedo. En ella viajaban Marcelo Alomar, Nahuel Cesar, su mamá Norma Cesar, y la pareja de Norma, Claudio Hernández. Los dos primeros murieron en el acto.
Norma 6 meses después, al no poder reponerse a las lesiones que sufrió durante la balacera. Milton César acabaría desvinculado del crimen del Pájaro, aunque detenido por una causa de amenazas y portación de arma.
“Sauco siempre estuvo ligado a la gente de mi barrio. Era un pesado que no se privaba de nada”, señaló un vecino de barrio La Granada que lo conoció de cerca.
¿El vuelto?
Una hora después del fatal ataque sobre Walter Sauco, a pocas cuadras de la escena del crimen fue baleado Leandro David C., de 34 años. Estaba hablando con un amigo en la puerta de su casa de avenida del Rosario al 2500 cuando un desconocido le disparó desde un Volkswagen Voyage negro con los vidrios polarizados.
El muchacho fue alcanzado por 3 plomos: uno se le incrustó en la pierna izquierda y dos en el abdomen. Hasta anoche, al cierre de esta edición, peleaba por su vida en el Heca, en estado delicado. Los investigadores no descartaban que las dos balaceras estén relacionadas y recordaron que esta última víctima tiene vínculos con la barra de Newell’s, convulsionada en las últimas semanas por ataques armados en la disputa por el liderazgo. Y recordaron que el clan Cantero talla desde hace años en la interna del paravalanchas leproso.