Intendentes de la región, funcionarios provinciales y nacionales, legisladores, representantes gremiales y los propios trabajadores cesanteados, participaron ayer de otra reunión multisectorial para seguir avanzando en líneas de trabajo a nivel comunitario y gubernamental tras el cierre de la empresa Ar Zinc, que dejó a 420 empleados en la calle. Allí se ratificó el paro por 24 horas decretado para mañana en el cordón industrial. Y también se solicitó una audiencia de carácter urgente ante el ministro de Trabajo de la Nación, Jorge Triaca, para intentar destrabar el conflicto.
Tras el encuentro inicial del pasado sábado, la intendenta de Fray Luis Beltrán, Liliana Canut, encabezó una nueva reunión acompañada por el ministro de Trabajo de Santa Fe, Mario Genesini; por los intendentes de San Lorenzo y Capitán Bermúdez, Leonardo Raimundo y Daniel Cinalli, respectivamente; por el gerente de Empleo del Ministerio de Trabajo de la Nación, Andrés Danelón; por los diputados provinciales Carlos Del Frade y Verónica Benas; y por el secretario general de la CGT San Lorenzo, Jesús Monzón; entre otros funcionarios y autoridades sindicales.
“A pesar de los problemas que trajo el cierre de Ar Zinc, estamos satisfechos con las respuestas que hemos tenido de todos los grupos políticos y sindicales. Por primera vez en el cordón industrial nos dimos cuenta de que no se trata de un problema entre privados. Es un problema social que ha tenido una alta repercusión no sólo en Fray Luis Beltrán. Independientemente de que la mayoría haya firmado el retiro voluntario, estamos en presencia de 420 empleados que se quedaron sin trabajo”, dijo la intendenta Canut.
A su turno, el ministro Genesini destacó que “fue muy importante la convocatoria para la reunión por parte de la intendente Liliana Canut. Hay mucha preocupación por la situación de los trabajadores de AR Zinc. Hemos fijado algunas líneas de trabajo, entre ellas una reunión con funcionarios del Ministerio de Trabajo de la Nación, que en definitiva es quien interviene en el proceso preventivo de crisis de la empresa. Hubo consenso entre las partes para hacer las gestiones correspondientes e intentar revertir esta situación de cierre. Tenemos que defender los 420 puestos de trabajo como comunidad y como gobierno. Esto es un verdadero problema social”, definió.
Las tensiones laborales se hacen cada vez más visibles
Con el último día de febrero salieron a la luz diversos conflictos laborales en Rosario y el sur santafesino, además del ya conocido caso de Ar Zinc. Uno de los más resonantes se desató ayer en la localidad de Chabás (90 kilómetros al sudoeste), donde trabajadores de la aceitera Ricedal Alimentos protestaron por el despido de 30 empleados. Lionel Giuliano, referente de los trabajadores, dijo que cuando llegaron a las 8 de la mañana se encontraron con un móvil policial en la puerta que les impedía el ingreso. “Como respuesta nos entregaron un telegrama que nos dice que nos va a llegar el telegrama de despido. El motivo que aducen es la actual operatividad de la planta y que los números no dan”, expresó a Radio Casilda 91.1.
Giuliano dio más detalles del conflicto con la empresa ubicada en el kilómetro 715 de la ruta 33: “Con la empresa estamos en conflicto desde 2009. Lo que nos sorprende ahora es que haya un móvil policial entregando los telegramas, no entendemos cuál es la relación con la empresa. Queremos que alguna autoridad nos diga cuál es el problema y qué piensan hacer. No vamos a cortar la ruta porque la protesta es hacia la empresa, vamos a evitar que saquen mercadería y que pongan en funcionamiento la planta con otros trabajadores”.
También hubo ruido en la zona sur de Rosario, donde trabajadores de la empresa fabricante de línea blanca Bambi protestaron porque se consideraron despedidos. Según el secretario general de la UOM Rosario, Antonio Donello, se trata de unos 80 empleados que habían sido contratados de manera temporaria para realizar reemplazos durante las vacaciones.
Después del reclamo la firma reincorporó a 20 de los contratados y prometió sumar a otros si la producción mejora en el transcurso de los próximos meses.
Aunque no hubo conflicto visible en la vía pública, la empresa Electrolux, cuya planta está ubicada en Battle y Ordoñez al 3400, suspendió uno de los dos turnos de la línea freezer y desafectó a 70 trabajadores de sus funciones, por lo cual algunos fueron reubicados en otras tareas y a otros se les ofreció el retiro voluntario.
El futuro se presenta incierto para los 1.200 trabajadores de esa firma de origen sueco, ya que en la actualidad la producción está resentida porque decayeron los niveles de venta. La patronal confía en que en mayo podría haber una reactivación.