La familia de Marina Menegazzo, una de las turistas argentinas asesinadas en Ecuador, no cree en la versión oficial debido a las “incongruencias” en la investigación y sospecha que hubo “algo más grande”, como una “red de trata”.
“Sospechamos que detrás hay algo mucho más importante por cómo se está manejando la investigación, por las incongruencias, por los informes orales confusos que nos van dando”, dijo a la prensa Cristina, madre de Marina, de 21 años, la joven que fue encontrada asesinada junto a su amiga María José Coni, de 22.
La mujer sospecha “claramente de algo mucho más oscuro y más grande, de una red de trata”, ya que “estuvieron muy expuestas durante muchos días” y eran chicas que podían “llamar la atención”.
“No irían a la casa de nadie que no conocieran, eran cuidadosas”, afirmó la madre respecto a la versión de la Justicia ecuatoriana de que ambas concurrieron a la casa de un empleado de seguridad para pasar la noche allí, ya que se habían quedado sin dinero, y fueron llevadas hasta esa vivienda por otro hombre al que habían conocido en un bar de Montañita.
Al respecto, Renato, padre de Marina, aseguró que ellas “tenían amigos argentinos, un sanrafaelino”, a quienes les hubieran pedido dinero en caso de que no hubieran tenido y “aparte tenían las tarjetas” de crédito.
“Hay incoherencia porque el ministro del Interior (de Ecuador, José Serrano Salgado) primero me comunica que la muerte de las dos fue mediante un garrote y que las habían encontrado lejos una de la otra, como si dijera quince kilómetros, y después la versión es que las encuentran a cincuenta metros de diferencia y que mi hija fue degollada y la otra muerta con un garrote”, indicó.
En el mismo sentido, una de las hermanas de la joven afirmó que quieren cerrar el caso lo antes posible, cerrar la autopsia y devolver los cuerpos. “Nosotros no decimos si fueron o no los asesinos, sí decimos que no concuerda la confesión, sí decimos que se apresuraron a querer cerrar la causa”, aseveró.
El ministro Serrano Salgado había manifestado que el autor confesó que se quedó en una habitación con María José, y el otro en otra habitación con Marina y que “ahí es cuando se procede al crimen, luego de que intentaron una agresión sexual”.
“Si estas personas las mataron varios días atrás, es ridículo pensar que sabiendo que estaban buscando a las argentinas hayan arrojado los cuerpos a menos de doscientos metros de su casa y no hayan limpiado la escena del crimen”, confrontó una de las hermanas de Marina. La joven contó que el mismo presidente Mauricio Macri se comunicó con la familia para darles “su aporte y apoyo legal. Queremos que la Justicia argentina tome partido para verificar realmente los datos de las autopsias o de mandar un equipo forense y tener un expediente real”, solicitó.
En tanto, una de las amigas que compartió parte del viaje a Ecuador con Marina Menegazzo y María José Coni, dijo ayer que no cree en la versión que indica que aceptaron parar una noche en la casa de uno de los ahora detenidos por los ataques. “Sinceramente, no es por discriminación ni nada, pero no me da nada de confianza ese señor así que, si me preguntás a mí y conociéndolas, creo que ellas hubiesen pensado lo mismo”, manifestó Agostina Cano, de 22 años, en diálogo con C5N.
La joven contó que ella y otra amiga, Sofía Sarmiento, de 22 años, compartieron gran parte del viaje con las dos jóvenes asesinadas, hasta que se separaron, ya que ellas iban a quedarse unos días más, hasta el 25 de febrero.
Agostina dijo que si bien las cuatro ya habían estado en Montañita, Marina y María José decidieron volver unos días más, para luego viajar a Guayaquil, desde donde regresarían rumbo a Chile y luego a sus casas, en Mendoza. La joven dijo que en la estadía que compartieron en ese pueblo ecuatoriano no advirtió nada extraño ni peligroso, aseguró que las cuatro no eran de relacionarse mucho con extraños.