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Stoppelman: ironía, rebeldía e inteligencia

El guionista y humorista Adrián Stoppelman, conocido por acompañar a Víctor Hugo Morales en radio Continental en los últimos años, llega a la ciudad con su unipersonal “Con sumo humor”, en el que la realidad se filtra de manera inevitable. Estará el sábado en Empleados de Comercio.

“Me llamo Adrián Stoppelman, soy argentino, nativo, sin opción. Nací y me crié en el barrio porteño de Floresta. Y, básicamente, soy guionista, humorista, autor de obras de teatro, productor y cualquier otra cosa que tenga que ver con los medios de comunicación”. Así se presenta Adrián Stoppelman en su página de Facebook, quien el sábado desembarcará en la ciudad con dos funciones, a las 21 y 23, en la sala Empleados de Comercio (Corrientes 450), de su espectáculo Con sumo humor.
Reconocido en los últimos años por su labor como humorista en el programa La Mañana, de radio Continental, espacio que contaba con la conducción de Víctor Hugo Morales, que ya no está en el aire, y en el que acuñó su mentada frase “pasan cosas raras”, Stoppelman, con casi treinta años de experiencia en el mundo del humor, fue libretista de recordados ciclos como La noticia rebelde, Kanal K y Peor es Nada, entre otros.
En el unipersonal con el que cumple el sueño de venir a Rosario (“hace tres años que quiero ir”, dice), realiza un hilarante recorrido por las formas más variadas del consumismo, cuestionando acerca de qué se consume, cómo se lo hace, y “cómo nos engañan o nos dejamos engañar en temas que van desde los productos de consumo cotidiano hasta la información que compramos, las ideas que nos meten en la cabeza, la publicidad, la religión, el matrimonio, el sexo y, obviamente, la política”, adelanta.
“Lo mío es más un monólogo de humor que un espectáculo de stand up, porque en lugar de hablar de mí hablo de un tema. En el espectáculo hay una continuidad, una lógica, un contenido que tiene que ver mucho con la actualidad”, adelantó Stoppelman quien agregó respecto de Con sumo humor: “Se llama así porque hablo básicamente de la sociedad de consumo y de cómo se nos va formateando la cabeza hasta llegar al punto de desear cosas que, claramente, no necesitamos”.
Atento siempre a los avatares del aquí y ahora, el unipersonal de Stoppelman, que por estos días se presenta en el porteño Complejo La Plaza, pone atención, en una primera parte, a lo acontecido en el día, abrevando en un flujo informativo que se termina de cocinar poco antes de cada función. “La primera media hora es una especie de noticiero de actualidad tratado con humor, donde van las cosas del día o del momento. Si la noticia es Antonio Jaime Stiuso, va Stiuso, y si son los fondos buitres, van los buitres, o la discusión del impuesto a las ganancias en el Congreso. Es algo así como La noticia rebelde pero en vivo y con lo que pasa hoy”, detalló.
El escritor y monologuista habló también del lugar que tiene hoy el humor político, una tradición heredada de la radio y de la revista porteña. “Creo que el humor político sólo depende de que el humorista tenga ganas de hacerlo; no hay mayores restricciones, y si alguna vez recibí un aviso, no fue del lado de los políticos sino del lado de las empresas, en su mayoría, empresas de servicio. Ese es un poco el camino: decir las cosas que pasan desde el humor, pero decirlas, porque yo les doy a todos; además es lógico que se molesten las empresas si vos te ponés del lado del consumidor”.
Stoppelman opinó finalmente acerca de qué cosas hacen reír a los argentinos. “Hay tantas posibilidades como territorio. De todos modos, creo que podemos pensar en dos tipos de humor: uno más urbano, muy ligado a lo que pasa en las grandes ciudades, que tiene entre esas ciudades algunos puntos de contacto con sus variantes, y otro más rural, obviamente más naif. El urbano es el nuestro, es un humor más neurótico, tiene más hostilidad, vivimos en sociedades contaminadas a nivel sonoro que suman variantes cuando uno piensa en el humor, más allá de lo que pasa a nivel social y político”.

Sin voces disidentes

Stoppelman cerró la charla hablando del aporte a la popularidad ( una visibilidad mayor) que le granjeó su paso por Continental junto a Víctor Hugo Morales.
“Lo de ser «el humorista de Víctor Hugo» es algo que llevo con orgullo. Perdí la cuenta, pero son casi treinta años trabajando juntos; es amigo, es familia”, dijo Stoppelman, quien analizó la experiencia como “increíble”. “Trabajar con Víctor Hugo dimensiona aún más la gran persona y periodista que es. Y que no esté al aire pone en evidencia el poder que tienen las corporaciones y un gobierno al que no le interesan las voces disidentes, lo que deja en claro que todo eso del consenso y la alegría es algo cínicamente mentiroso, porque además la demostración está en el juicio que le hace (a Morales) Continental, y por lo que supuestamente lo echan de la radio, que tiene que ver con supuestas ausencias. Si fuera cierto, no hubiesen dejado en la calle a todo el equipo, que fue lo que pasó. Claramente somos el corazón de la propuesta que llevaba adelante Víctor Hugo, tanto desde lo profesional como también desde lo ideológico. Por lo tanto, el despido es claramente ideológico. Quizás la radio se dejó llevar por alguna promesa de pauta, dado que ahora (Cambiemos) tienen el control total: ciudad, provincia (Buenos Aires) y Nación”.