El presidente de Estados Unidos, Barack Hussein Obama, opinó ayer que los líderes políticos que no rechazan la violencia “no se merecen el voto” de la gente, en aparente alusión a los disturbios que anteanoche provocaron la cancelación de un acto del precandidato republicano Donald Trump debido a un enfrentamiento entre manifestantes a favor y en contra del magnate inmobiliario.
“Los líderes políticos deben alzar la voz contra la violencia. Si rechazan hacerlo, no se merecen nuestro voto”, afirmó Obama en un acto celebrado en Texas con el fin de recaudar fondos para el Partido Demócrata.
El gobernante hizo ese comentario después de que Trump cancelara antenoche un acto en Chicago debido a un enfrentamiento violento entre manifestantes a favor y en contra del magnate inmobiliario, quien sin embargo no condenó el episodio.
El Servicio Secreto tuvo que rodear a Trump durante un discurso en Ohio después de que un manifestante tratase de saltar al escenario. Durante el acto, alguien también trató de lanzar una botella a Trump y dos asistentes se pelearon.
“La política es, en el mejor de los casos, acerca de una batalla de ideas”, sin “estimular o recurrir a la violencia”, afirmó Obama, citado por la agencia de noticias EFE.
“Esto no es acerca de la corrección política. Se trata de no tener que explicar a nuestros niños por qué nuestros políticos suenan como una pelea de patio escolar. No deberíamos tener miedo a llevarlos a un acto o permitirles ver debates” electorales, agregó Obama.
Por su parte, Trump, en un acto en Dayton, en el sudoeste del estado de Ohio, excusó a sus simpatizantes y subrayó que los sucesos de Chicago respondieron a un “ataque planeado”.
En este sentido, acusó a algunos seguidores del aspirante presidencial demócrata Bernie Sanders de instigar la violencia.
“Mi gente es fantástica. La gente que había allí no causó ningún problema”, afirmó el magnate que también acusó a Obama de haber dividido al país en el terreno racial y partidista.
En los disturbios del viernes pasado en Chicago, cinco personas fueron detenidas y dos agentes de policía resultaron heridos.
Tras anunciarse la cancelación temporal del acto, Trump habló para las principales cadenas de televisión nacionales y lamentó que la libertad de expresión, un derecho que figura en la Constitución de Estados Unidos, fuera “violado” y que el país estuviese tan dividido y furioso que “ya no se pueden ni celebrar mítines”.
Los rivales de Trump en la carrera presidencial, tanto republicanos como demócratas, han acusado al magnate de incitar a la violencia con su agresiva retórica.
La precandidata demócrata a la Casa Blanca Hillary Clinton también se sumó a la ola de críticas al acusar a Trump de usar una “retórica divisiva”.
“Todos tenemos nuestras diferencias y conocemos a mucha gente en todo el país que está enfadada. Debemos atajar ese enfado juntos”, señaló la ex secretaria de Estado en un comunicado.
“Todos nosotros, independientemente del partido al que pertenezcamos o las ideas que tengamos, no sólo deberíamos decir alto y claro que la violencia no tiene sitio en nuestra política, sino que deberíamos usar nuestras palabras y acciones para aunar a los americanos (estadounidenses)”, agregó la precandidata.
Sus rivales en la contienda presidencial republicana también reaccionaron a la violencia y el senador Ted Cruz tildó los hechos de “consecuencia predecible” de la retórica de Trump y de sus posicionamientos con respecto a los manifestantes.
El senador Marco Rubio también vinculó los disturbios a la “retórica” del multimillonario, pues “el tono de los mítines de Donald Trump en los últimos meses ha sido alarmante para mucha gente”.
La tensión ha ido creciendo los últimos días en los mítines del empresario y en uno de ellos, el miércoles pasado, en Carolina del Norte, uno de los asistentes le pegó a un manifestante afroamericano después de que este interrumpiera el acto a gritos.
Además, una reportera del portal de noticias Breitbart denunció por agresión a Corey Lewandowski, responsable de campaña del magnate.