El valor del triunfo de Central ante Godoy Cruz se debe buscar en la faz anímica. Los tres puntos puede que sirvan para engrosar un promedio raquítico, pero el presente canalla es demasiado tortuoso como para ocuparse hoy del futuro. Los seis puntos que lo separan de Racing marcan una brecha que aplicando un mínimo de lógica luce imposible de descontar. Por eso, el rédito es saberse que puede ganar y jugando de local. Pero además el segundo tiempo jugado por el equipo que dirige Leo Madelón abre una luz de esperanza en lo inmediato: Promoción.
El ingreso de Danelón por Jonatan Gómez (merece un descanso urgente, y no precisamente por buenas actuaciones) le permitió a Chitzoff jugar como carrilero derecho, esa magnífica asistencia del simpre discutido Zelaya le permitió al ahora volante marcar el gol del triunfo casi en el descuento. Es posible que Chitzoff no sea la solución a los múltiples problemas que tiene Central, pero es un jugador noble que dejará el alma en cada partido. Y si Danelón se mantiene sobrio en el fondo, una dificultad (el costado derecho) estaría resuelta.
¿Qué falta ahora?. Poner a punto a Caragalio y Lucho Figueroa. El primero llegó (cumpliendo la orden que partió desde el banco) a la quinta amarilla, buen momento para que recupere algo de la velocidad perdida. Mientrs que Lucho estuvo 90 minutos en cancha y no pateó un solo tiro al arco, es cierto que no fue asistido como merece, tan claro como su exagerada falta de movilidad. Son dos cartas fundamentales de cara a la Promoción, ponerlos a punto es el desafío más importante que debe asumir el actual cuerpo técnico.