“Mamá, me salvé de pedo”, dijo un nene que estaba atajando en uno de los arcos del Club Defensores de América anteayer por la tarde, después de que cesaran los tiros de una terrible balacera en la cual dos niños de 7 años fueron heridos. Según vecinos de Casiano Casas, minutos antes de las 20 del martes tres pistoleros gatillaron medio centenar de plomos sobre un grupo de muchachos que estaba reunido en un playón lindero al club. Como los predios sólo están separados por un alambrado, las balas fueron directo hacia la cancha donde entrenaban nenes de entre 6 y 8 años. “Unos tipos del bajo –por barrio Sarmiento– llegaron y tiraron con una metra. Buscaban al hijo de la Tata, que vende falopa”, explicó a El Ciudadano un grupo de nenes de edad primaria, que relató su aventura como si se tratara de una película. Ayer a la mañana, los niños jugaban a ver cuál de ellos encontraba más vainas de 9 milímetros entre los pastizales cercanos al club, los mismos casquillos que los investigadores dijeron no haber podido hallar. En sólo cuatro días, son cuatro los niños baleados, ya que lo mismo ocurrió el sábado en Nuevo Alberdi y el domingo en Tablada.
El Club Defensores de América está ubicado en una manzana delimitada por Casiano Casas y Unión, a la altura del 1300 y por Washington y Blas Parera, al 1600. Es un predio humilde; cuenta con dos canchas de fútbol 7 y una pequeña construcción que funciona como buffet. El perímetro está delimitado por alambrados, en su mayoría caídos. Allí, cada 15 días se juegan las fechas de uno de los torneos de fútbol infantil local y el club se llena de gente. Es un punto de encuentro de todos los nenes de la zona.
Los martes a las 19 en Defensores entrenan los más chicos, los niños categoría 2008, 2009 y 2010. Según testigos anteayer había al menos 40 chicos jugando a la pelota. A eso de las 19.20 se sintieron explosiones. Padres y niños pensaron que alguien estaba tirando petardos, hasta que uno de los mayores pidió a los gritos que todos se tiraran al piso. Justo detrás de uno de los arcos, por calle Blas Parera, un grupo de muchachos estaba tirando tiros a mansalva.
“Uno se tiró en una zanja seca que hay en la esquina y empezó a tirar con una ametralladora para todos lados”, contó a El Ciudadano un nene del club. Según vecinos de Casiano Casas eran 3 pistoleros, que llegaron en un Renault 12 gris; otros aseguraban que también se movían en una moto Honda Tornado y una camioneta. Uno de ellos portaba un arma larga y sus acompañantes pistolas. Todos coincidían en la identidad de uno de los pistoleros y quiénes eran el blanco de las balas. “El de la metra era el Sergio S., uno de los que trabaja con el Ema Pimpi. Y fueron hasta el playón a buscar al Milton, el hijo más chico de la Tata, que siempre vende falopa ahí. Tiraron entre 50 y 60 tiros” explicó un nene de 9 años. Esta versión fue confirmada por vecinos.
Si bien el nombre del Ema Pimpi, Emanuel Sandoval, rebotaba ayer por el barrio, su abogado Marcos Cella destacó que tras firmar el abreviado por el ataque a la casa del entonces gobernador Antonio Bonfatti, a fines de febrero pasado, se dedica sólo a la crianza de su hijo; y asegura que estaba lejos del barrio al momento de la balacera.
En medio del tiroteo, dos niños de 7 años sufrieron heridas de bala en las piernas. Ambos fueron trasladados por sus padres al hospital Alberdi y desde allí fueron reubicados en el Hospital de Niños Víctor J. Vilela. Según el parte médico oficial, el cuadro clínico de los nenes fue estabilizado.
La pesquisa
La investigación del caso quedó a cargo de la fiscal de Flagrancia Silvia Castelli, quien ayer a la mañana realizó una conferencia de prensa, para informar sobre las novedades del caso. La pesquisa confirmó que los tiros del martes están vinculados con una disputa entre dos bandas de la zona; sin embargo planteó que la balacera se produjo en medio de una persecución entre un grupo de hombres que se movían en una camioneta y unos muchachos que circulaban en una moto, algo que contrasta con los dichos de los vecinos del barrio. A su vez, señaló que en la escena del crimen no se encontraron vainas. Ayer a la mañana los nenes del Club Defensores de América competían entre ellos para ver quién encontraba más casquillos de 9 milímetros.
«Zona liberada»
En medio del tumulto que se generó en el club por la cobertura de diferentes medios en el lugar de la balacera, un grupo de comerciantes aprovechó para denunciar una situación que vive el barrio en los últimos días. Según ellos, entre el viernes pasado y el martes, 5 o 6 negocios que funcionan sobre Casiano Casas, entre Miller y Washington, sufrieron robos a mano a armada. “Acá se viene un quilombo grande y quieren desestabilizar la zona”, explicó una mujer, que relacionó los robos con una posible disputa entre bandas, la misma que dio pie a los tiros de anteanoche.
A los tiros en Tablada y Nuevo Alberdi el fin de semana
Los niños que jugaban al fútbol en Casiano Casas no fueron los únicos en ser blanco de balas esta semana.
El sábado pasado, a las 21, personal del Comando Radioeléctrico llegó a la zona de Caracas y Bouchard, en Nuevo Alberdi, donde se había producido un enfrentamiento entre dos bandas. En medio de la calle colmada de vecinos, un nene de 11 años, Aquiles, había resultado herido de bala en el brazo y en la zona de las costillas y fue trasladado en un móvil policial al Hospital de Niños de Zona Norte, junto con sus familiares. El chico fue operado y quedó internado. Se llama Aquiles, y su estado era grave aunque ayer se reponía en el hospital Vilela, a donde fue trasladado. Por el mismo hecho, Rodrigo S., de 21 años, ingresó al Hospital Alberdi con un proyectil en las costillas.
En el lugar, en un confuso episodio, la Policía detuvo a un menor de 15 años y a su hermano Maximiliano Andrés L., un joven de 26 años que intentó impedir el arresto. Además, los efectivos secuestraron gran cantidad de cartuchos de escopeta que tenía Maximiliano en su poder. Asimismo, en la calle se encontraron cartuchos servidos de escopeta y vainas 11.25. De todos modos, nada hacía pensar que los detenidos fueran los responsables de la balacera en la que fue herido el nene, dijeron vecinos.
El domingo, una feroz balacera en barrio Tablada dejó cuatro heridos, entre ellos una nena de ocho años que recibió dos disparos en la mano y el pie mientras jugaba en el patio de su casa. La lista la completan otro menor, de 16 años, que fue alcanzado por cuatro balas en la pelvis y el muslo, un joven de 18 que se encuentra grave con disparos en la zona lumbar y el dorso y una mujer de 40, que estaba sentada en la puerta de su casa y terminó con un tiro en el pie.
En el barrio, varios vecinos dijeron que todos saben cuáles son las bandas delictivas pero que no se hace nada porque están en connivencia con la Policía.
“Vinieron a tirar a mansalva, eran seis con dos pistolas cada uno. Entraron por uno de los pasillos de Necochea al 3900 corriendo a unos pibes y no les importó nada”, dijo una vecina de Tablada, quien no tardó en vincular a los atacantes con vendedores de drogas de la zona que, asegura, “tienen la venia de la comisaría”. Según refirió, alrededor de las 21 se escucharon más de una decena de disparos pero la Policía tardó más de 45 minutos en llegar. “Todos sabemos que son de la banda del Tubi, se juntan en la esquina de Chacabuco y Doctor Riva y trabajan para un tal Pelado, que tiene el negocio en Alem y Centeno”, aseguró. “Hay una cámara en la esquina de Necochea y Doctor Riva. Si funciona y a alguien le interesa saber quiénes son tienen que estar filmados”, dijo.