Más que solas, un puñado de mujeres, por diversas razones, desdeña su suerte. Opacas, jaqueadas por esa soledad que no les da respiro, cuentan sus historias de mujeres solas y el relato se vuelve un eco de otras tantas soledades. Son los personajes, entre tiernos, nostálgicos y oscuros, de Mujeres que nunca reciben postales de amor, propuesta teatral que el viernes, a las 21.30, regresará a la sala Caras y Caretas (Corrientes 1518), donde se presentó hace un par de semanas, de la mano de las actrices Florencia Crende y Rakel Cros, bajo la dirección del talentoso Sergio D’Angelo.
El espectáculo, estrenado en el RAI de Barcelona en diciembre del año pasado, es el fruto de un proyecto con ribetes azarosos y tiene sus inicios hace una década.
Con la particularidad de unir en escena el trabajo de una actriz argentina (la rosarina Crende) y de una española (Cros), en el contexto de lo que dieron en llamar El Charco Teatro, se abre de este modo un espacio que unirá la producción teatral de este colectivo a un lado y al otro del Atlántico.
“Todo empezó una mañana de hace diez años, en un seminario internacional para actores en Rosario donde, trabajando juntas, fuimos estrechando lazos y forjando sueños comunes. Hoy este sueño se está haciendo realidad; en puntas de pie, para mirar más allá de los límites, ampliando horizontes y miradas, junto a Sergio D’Angelo, para terminar de dar forma a este colectivo teatral de aquí y de allá”, adelantan las actrices.
Con textos de los dramaturgos catalanes Xavi Surenyo, Xavier Pujals Teixidó y Mercé Rodoreda, y de los argentinos Pablo Albarello y hasta de la mismísima Griselda Gambaro, el espectáculo cruza las historias de cuatro personajes: Zerafina, María, Océano y Gloria, “la ingenua, la loca, la vieja, la descentrada; cuatro mujeres que, como cuatro puntos cardinales, se ubican en los extremos de una sociedad que las corrió del centro de la escena”, completan ambas actrices acerca de esta propuesta que, en su devenir, pone en primer plano a cuatro mujeres jaqueadas por la soledad.
La soledad como un eco
Las mujeres que aparecen en el montaje, en apariencia poco tenidas en cuenta, “están atravesadas por la soledad, aunque esa soledad va mucho más allá de ellas, porque entendemos que la soledad es un mal de este tiempo”, expresó Crende, quien agregó: “Creemos que estamos muy comunicados y en realidad estamos más solos que nunca, por eso estas mujeres solas comparten algo más que la soledad, hay en esos personajes una mezcla de cosas; aparece el amor, la angustia, la tristeza, la locura, cierta sensibilidad que las atraviesa.
Los primeros monólogos, en los que aparecen Zerafina y María, si bien hablan de la soledad, también hablan de la ternura y de la locura. Son dos empleadas domésticas: una argentina y la otra catalana, y lo que ahí intentamos mostrar es que hay clases dominantes en todo el mundo, y que las clases más populares se defienden más o menos de la misma manera en todo el planeta”.
“Y entre los dos segundos monólogos –continuó Cros– aparece Océano, una artista, una vieja borracha y amargada que sólo es feliz cuando recuerda su pasado. Es un texto particular dentro del espectáculo porque fue escrito especialmente para el montaje. Llevaba tiempo buscando este cuarto monólogo y no lo encontraba, y alguien me dijo algo muy inteligente: «Seguramente no lo encuentras porque ya tienes una idea en la cabeza». Finamente, un poco la historia habla del Paralelo, como un Broadway de Barcelona, que en su momento fue muchísimo más popular que ahora, porque todo el mundo tenía la posibilidad de ver teatro allí; es un poco de memoria histórica sobre el teatro y sobre sus protagonistas olvidados”.
La lista de personajes la completa Gloria, donde Crende se anima al humor. “Es una desfachatada, una descentrada, con unos cuantos kilos de más, enamorada de alguien que ya no está, una especie de imposible al que intenta recuperar más allá de todo lo que la separa de ese hombre”.
Una serie de “reencuentros”
Tras un viaje de la actriz Florencia Crende a España a principios de noviembre del año pasado y luego de un mes de residencia en el RAI de Barcelona, la obra tuvo su estreno europeo el 4 de diciembre último. “De todos modos –aclara Crende–, el encuentro original se produjo hace diez años en uno de los seminarios internacionales que dicta en la ciudad El Rayo Misterioso para la superación del actor. En esos quince días de seminario que compartimos con Rakel fue creciendo nuestra afinidad acerca de lo que pensamos del teatro, siempre con el teatro puesto en un contexto ideológico, porque así lo entendemos.
De allí en más estuvo latente esta idea de trabajar juntas y, poco tiempo después, nos acercaron muchísimo más las redes sociales. Nos reencontramos en Barcelona hace tres años y retomamos el proyecto de un trabajo en conjunto. Después surgió la idea de que nos dirija Sergio D’Angelo y, al poco tiempo, Sergio viaja a Zaragoza a dar un seminario, Rakel lo toma y ya comenzamos con los ensayos de esta obra. Un poco aquí, otro poco allá y mucho por Skype (a través de la web), pero siempre con la idea de seguir sosteniendo este proyecto en conjunto, viendo similitudes y diferencias entre ambas culturas para poder cruzarlas de alguna manera”.
Respecto de esta particularidad del “ensayo virtual”, Cros aportó: “Sucede que no había otra opción para ensayar, tenía que ser por Skype o nada; al principio estuve desconfiada, se me hacía muy raro, pero Sergio encontró la forma para poder ensayar de ese modo, que es algo atípico, y de a poco le encontramos la vuelta, al punto de que por momentos la distancia no existía y todo fluía”.
Finalmente, la actriz catalana analizó el momento que vive España en la actualidad, un país que sirvió de refugio a miles de argentinos no sólo en el marco de la última dictadura cívico-militar sino también tras las crisis económicas de 1989 y 2001. “Sucede que España está fatal; es una situación compleja la que está viviendo el país en muchos sentidos pero también da vergüenza toda Europa. A diferencia de lo que pasa aquí, y más allá de todo lo de ahora, ustedes han podido recuperar un poco de su historia, la memoria: nosotros no podemos hablar de desaparecidos ni podemos sacar a nuestros muertos de las cunetas; en ese sentido veo que nos sacan mucha ventaja y es algo que deberán preservar”.