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El juego sobre los ‘Panama Papers’ no se hizo esperar

Tras el escándalo mundial se ha lanzado un juego interactivo en el que se puede elegir entre un político, futbolista o empresario, y descubrir cómo ocultar dinero en el extranjero.

El Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación, la organización que ha desvelado toda la información de los “Panama Papers”, ha lanzado un juego interactivo que explica, de forma irónica, cómo los evasores de impuestos mueven su dinero a paraísos fiscales. Su nombre es Stairway to tax heaven («Escalera al cielo de los impuestos», un guiño a la canción Stairway to heaven de Led Zeppelin).

Al inicio de la partida –puedes seleccionar idioma en la esquina superior izquierda– el jugador deberá elegir uno de los perfiles de evasor: Juan Penalti (futbolista), Polly Tissien (Política) o Edmun von Kronen (ejecutivo). Una vez seleccionado, la plataforma irá explicando los diferentes problemas que estos personajes se encontrarán para mover su dinero. Entonces, el jugador deberá tomar decisiones: ¿sobornar a un jefe de estado en efectivo o con una sociedad offshore? ¿Firmar un trato por escrito o solo de palabra?

Cuando el jugador toma una decisión errónea, la partida se termina. Por ejemplo, al pagar el soborno en efectivo, aparece el siguiente mensaje: «Error de novato. Transportar dinero en efectivo en bolsas resulta ser arriesgado, y acabas atrapado en la frontera con una maleta llena de billetes. Ahora tienes que dar explicaciones a las autoridades». Tras fallar, el sistema invita a probar con un nuevo personaje.

Aunque la plataforma solo ofrece tres perfiles, no son los únicos que aparecen en la trama de Panama Papers: la investigación «revela cómo una red de grandes bancos y bufetes de abogados venden secretismo financiero a políticos, estafadores y traficantes de droga, además de multimillonarios, famosos y estrellas del deporte, entre otros», explican en la web del proyecto.

Los tres perfiles jugables «están basados en ejemplos veraces», explican, pero «todos los nombres, personajes y sucesos son ficticios. No se pretende ni se debe inferir ningún parecido con personas, lugares, edificios y resultados reales».

Fuente: El País

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