Néstor Grindetti, alcalde PRO de Lanús, ex ministro de Mauricio Macri y antiguo contador de Socma, es el protagonista de un “juego de tronos” conurbánico donde se empalman la pelea por la AFA, la zigzagueante sociedad política entre Mauricio Macri y Sergio Massa y la efervescencia kirchnerista que empuja para crucificar a un soldado del macrismo puro.
Como en la serie, los clanes entablan alianzas volátiles. El miércoles, el massismo que ordena Nicolás Russo, La Cámpora que comanda Julián Álvarez (ex vice de Justicia), el post sciolismo y dirigentes que fueron de Francisco de Narváez se juntaron para “citar” a Grindetti a explicar sus empresas offshore que reveló el Panamá Papers, su cuenta en un banco suizo, el pedido de captura que tuvo en Interpol por una causa en Brasil y gastos de un “retiro político” que encabezó con funcionarios hace una semana en Open Door. De los 24 ediles de Lanús, la citación lleva la firma de 17 y expresa un acuerdo político entre dos extremos: Massa y los K. Hay un matiz: el Frente Renovador, con sus 7 votos, tiene la llave para aprobar o dormir cualquier avanzada sobre Grindetti, por ejemplo crear una comisión investigadora. Se amparan en un dato cierto: las denuncias contra el alcalde no tienen que ver con su desempeño como intendente.
El renglón que sí entraría en esa categoría son los casi 70 mil pesos que costó la estadía de Grindetti y 12 funcionarios suyos entre el 22 y 23 de abril en un hotel de la zona de Luján. Anteayer, desde Lanús, afirmaron que no se pagó con dinero del municipio sino que cada funcionario se costeó su parte, algo más de 5 mil pesos. El mismo día, Russo y la concejala Adriana Storni se vieron con Grindetti. Según el peronismo, luego los dirigentes massistas plantearon que se cite al intendente a una “charla sin medios ni show” mientras el FpV quería avanzar con una interpelación.
El alcalde apareció en la primera tira del escándalo de los Panamá Papers junto a Macri. Desde entonces, no volvió a aparecer en público con Macri ni con María Eugenia Vidal. Pero el miércoles Rogelio Frigerio se mostró con él en Lanús. Un gesto del ministro del Interior que desde el gobierno relatan como un respaldo por el peso de Lanús en el mapa político. En medio, cerca de Grindetti hablan de “fuego amigo” tras revelaciones como el pedido de captura de Interpol mientras se observa un vacío del PRO.
A pesar de la presión del peronismo K, la suerte de Grindetti depende de Russo y Massa. Éste tiene un acuerdo legislativo con Macri y Vidal que, se traslada a Lanús para evitar un putch contra el alcalde PRO. Pero allí Russo pone otro elemento: el massista apunta a la AFA, donde juega en el esquema de Hugo Moyano y Claudio “Chiqui” Tapia, que apuntan al sillón que ocupó Julio Grondona. Al igual que Moyano, Russo acusa a Macri de propiciar la desintegración de la AFA y la creación de la Superliga.