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La plaza se puso mucho más verde

Rosarinos se sumaron a la 10ª Marcha Mundial por la Marihuana. Respaldaron el reclamo de una nueva ley de Drogas que ponga eje en la salud y la lucha contra el narcotráfico, y que deje de lado la persecución a los consumidores.

Con gran convocatoria se realizó ayer la 10ª edición de la Marcha Mundial por la Marihuana que, en su edición local, tuvo como escenario la plaza San Martín, en la que desde las 14 horas se congregó un numeroso grupo de jóvenes para marchar luego hacia el Monumento Nacional a la Bandera. Organizada por la Asociación Rosarina de Estudios Culturales (Arec) y la Asociación de Reducción de Daños (Arda) entre otras entidades, la movilización contó con la participación de agrupaciones políticas y organizaciones sociales que marcharon en reclamo de una nueva ley de Drogas, con el foco puesto en la salud y la lucha contra el narcotráfico, dejando de lado la persecución penal a consumidores.

Pese al frío, el sol acompañó la otoñal jornada de ayer en la que muchos optaron por salidas al aire libre. Y no fueron pocos los grupos de amigos que se acercaron a la plaza San Martín para compartir un mate, mientras pedían por la despenalización de otra yerba, la marihuana. En su mayoría jóvenes, pero también adultos con niños, formaron parte de la jornada que incluyó un escenario con bandas en vivo, venta de tortas, estampado de remeras, murgas y venta de artesanías que tenían derivados de cannabis entre sus ingredientes, o a la planta como protagonista. Todos hicieron eje en dos cuestiones principales: los beneficios de la marihuana para la salud.

“Legalizarla ayudaría a combatir el narcotráfico”, señaló Soraya, quien dijo que si bien no fuma, está de acuerdo con la despenalización. En ronda con sus amigas, una de ellas con sus dos hijos, se prestaron al debate de la marihuana, mientras tomaban mate “dulce y con naranja”. “Todo es droga. Los medicamentos, el cigarrillo, el alcohol. Lo que marca la diferencia es la legalidad y la sociedad condena a alguien que fuma marihuana porque es ilegal”, explicó por su parte Giovanna, quien contó que tiene una planta en su casa y que por eso no deja de “tener una vida normal”.

Tanto ella como varios de los presentes resaltaron el uso medicinal de la planta que trae aparejado grandes beneficios. “Hay gente que lo necesita, en forma de crema o pastillas ayuda y sirve para curar el cáncer”, agregó la joven.

Otro de los puntos mencionados fue la lucha contra el narcotráfico y la responsabilidad del Estado. “Creo que debería haber una regulación por parte del Estado. Si se legaliza, se termina con los negocios del narcotráfico”, señaló Santiago, quien se acercó a la plaza con dos amigos.

En tanto, Pablo Ascolani, titular de Arec, se expresó a favor de la regulación estatal de todas las drogas ilegales, no sólo la marihuana, y por la habilitación del autocultivo y las asociaciones de cultivo colectivo sin fines de lucro. También pidió recursos para la investigación científica.

“Desde la ciencia se sabe que la enorme mayoría de usuarios de drogas ilegales son personas plenamente integradas a la sociedad, que no tienen más problemas con las sustancias que los que devienen de su ilegalidad. Perseguir a los usuarios implica vulnerar derechos individuales y colectivos, y también implica una nefasta malversación de fondos públicos que deberían orientarse al combate de organizaciones criminales”, concluyó Ascolani.

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