La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, rechazó ayer la legitimidad del proceso de destitución al que se enfrenta y sugirió que, si se quiere “juzgar” su gobierno, que el juez sea el pueblo por medio de elecciones, mientras se prepara la que será su residencia oficial si es apartada del cargo el miércoles próximo, el Palacio de Alvorada, donde la mandataria montará una suerte de gobierno paralelo ya que no reconoce y no transmitirá el mando a su vice, Michel Temer, a quien califica de “golpista”.
“Desde el punto de vista de la política, el gran juez es el pueblo brasileño. Si quieren hacer un juicio de mi gobierno, que acudan al pueblo brasileño y no al impeachment. Sólo quien tiene la legitimidad del voto, puede juzgar”, dijo Rousseff durante la inauguración de un centro de investigación agrícola de la estatal Embrapa en Palmas, capital de Tocantins, al norte de Brasil.
Esta es la primera vez que Rousseff sugiere en público la celebración de elecciones, que los movimientos sociales y el propio oficialista Partido de los Trabajadores (PT) e incluso el opositor Partido Solidaridad (PSOL) consideran la única forma de salir de la crisis política que vive Brasil, que puede llegar a profundizarse bajo el gobierno de Temer.
Rousseff reiteró que su destitución es un “golpe” de Estado, porque “no tiene base legal” y porque ella “ni siquiera” participó en los supuestos ilícitos que le imputa la oposición.
La denuncia para el impeachment en su contra se basa en maniobras contables, supuestamente irregulares, realizadas en los últimos años y que han sido comunes en los gobiernos de los últimos presidentes.
Además, acusó a la oposición de tratar de llegar al poder para “acabar” o reducir los programas sociales.
Rousseff también reiteró que va a “resistir hasta el fin”, por lo que no renunciará aunque el Senado decida iniciar el juicio político, para lo que sería necesaria la mayoría simple de los 81 senadores.
La casi segura salida de Rousseff y la abrupta caída el jueves pasado del jefe de Diputados, Eduardo Cunha, enmarcan los próximos capítulos de esta crisis que puede prolongarse durante el gobierno interino de Temer.
El vicepresidente Temer, alto dirigente del ahora opositor Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) como Cunha, asumirá la primera magistratura con un gabinete nuevo, cuya formación continuaba negociándose ayer en medio de disputas entre partidos del arco opositor.
Francisco recibirá a dirigentes contra el impeachment
El papa Francisco, quien según miembros de la Curia está “preocupado por Brasil”, recibirá mañana a dos brasileñas contrarias al proceso de impeachment que enfrenta la presidenta, Dilma Rousseff. La actriz Leticia Sabatella y la jueza del tribunal de San Pablo Kenarik Boujikian Felippe se encontrarán con el Santo Padre en Roma en un encuentro privado en la residencia de Santa Marta, informó a Serena Romagnoli, del Movimiento Sin Tierra (MST) de Brasil en Italia. Sabatella, luchadora contra el trabajo esclavo y por la reforma agraria, y Boujikian, presidenta de la Asociación de Jueces por la Democracia, hablarán de “la dramática situación de su país”, ratificaron desde el MST.