Debía ganar y lo hizo. Mostró superioridad, temple para sobreponerse e inteligencia para quedarse con el triunfo. Así, Adiur, como local, derrotó 3-1 a Juventud Unida en el partido de ida por una de las finales del Federal C.
La historia comenzó torcida para el Naranja. Antes del minuto inicial Toledo le ganó la espalda a Zuccolotti y fue Leguizamón quien apagó el incendio. La visita era práctica, con mucha movilidad en ofensiva y por eso no sorprendió demasiado cuando se puso arriba al marcador. Nuevamente Toledo se aprovechó de Zuccolotti, pero esta vez envió un centro al corazón del área que aprovechó Barrio para estampar el 1-0 parcial.
Adiur, a pesar de la desventaja, tuvo temple y esperó su momento. A los 10 minutos Miramontes mostró mucha clase para patear un tiro libe y la colgó de un ángulo. De ahí en más el Naranja, con el envión del empate, fue más que su rival. Solamente faltaba saber cuándo podía desequilibrar en el resultado. Y esa situación llegó a los 39, cuando Rivas, de buen partido, anticipó a todos de cabeza en el primer palo y puso justicia al marcador.
En el complemento la intensidad de Adiur no decayó. Incluso pudo aumentar la ventaja, pero el penal que remató Miramontes pegó en el travesaño.
Ese yerro del volante zurdo repercutió para mal en el Naranja. Fue ahí que apareció Leguizamón para ahogarle el grito de gol a Toledo. Tras ese lapso, Adiur volvió a hacerse dueño del partido. Ojeda le tapó, a puros reflejos, una volea a Alarcón que pedía red. Hasta que apareció Petrovelli para darle al Naranja dos goles de ventaja.
Adiur logró ganar los primeros 90 minutos. Fue superior a su rival y mereció ganar por más. Quedó a un paso del objetivo. Ahora tendrá que cuidar en Charata la diferencia obtenida en su cancha para subir un escalón en el fútbol argentino.