El juez federal Ariel Lijo procesó este miércoles a un abogado acusado de haber amenazado de muerte a la jueza federal que lo procesó en el marco de la megacausa de narcotráfico conocida como «Carbón Blanco».
Se trata de Carlos Salvatore (58), sobre quien Lijo dispuso, además, un embargo sobre sus bienes hasta cubrir la suma de 300.000 pesos, según consta en el fallo difundido a través del Centro de Información Judicial (CIJ).
La causa se originó el 20 de marzo de 2015, un día después de que el letrado, cuyo teléfono estaba intervenido en el marco de una investigación judicial, hablara con su mujer sobre «matar» a la jueza federal de Roque Sáenz Peña (Chaco), Zunilda Niremperger.
«Yo los voy a sacar, después la mato a ella, pero primero los saco a ustedes», fue una de las frases que pronunció Salvatore mientras hablaba con su mujer, Silvia Valles, quien había sido detenida los días previos por presunto lavado de dinero en el marco de la misma causa.
«Bueno, tenemos todos los teléfonos pinchados, así que por las dudas», había sido la respuesta de Valles a su marido, que gozaba de prisión domiciliara por motivos de salud y quien le respondió: «No me importa, no me importa, yo pago este homicidio, lo pago pero ella se muere».
La causa se activó al día siguiente de obtenida la escucha judicial, cuando agentes de Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) realizaron una denuncia ante Lijo, que estaba de turno.
Por pedido del fiscal a cargo de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), Diego Iglesias, esa misma semana se dispuso el allanamiento de la casa de Salvatore, ubicada en Melián al 2100 del barrio porteño Belgrano, donde se secuestraron elementos de prueba.
Salvatore fue condenado a 21 años de prisión en septiembre del año pasado por el Tribunal Oral Federal de Resistencia, que lo juzgó –junto a otros cuatro imputados–por el envío de una tonelada de cocaína a Portugal en 2012, causa conocida como «Carbón Blanco».
Tras el debate también fueron sentenciaron a 19 años el ex presidente del club Real Arroyo Seco Patricio Gorosito (64), a 17 años al comerciante Héctor Roberto (61) y al intermediario Héctor Pérez Parga (60) y a 12 años a Rubén Félix Esquivel (56), capataz de la planta de Carbón Vegetal de la localidad chaqueña de Quitilipi, desde donde salió la carga en la que se ocultó la droga.
