El gobierno provincial tiene el camino allanado en la Cámara de Diputados para lograr la aprobación del pedido de autorización para emitir deuda que permita financiar obras de infraestructura. Aunque la oposición planteó sus reparos, el oficialismo tiene los números para la media sanción.
El Ejecutivo pretende ampliar el endeudamiento vigente de 2.200 millones de pesos a 1.000 millones de dólares, unos 15 mil millones de pesos a cotización actual aunque no se emitirá todo de una sola vez, con plazos de devolución de entre 5 y 12 años (las condiciones serán las que se obtengan en la negociación).
Ayer el secretario de Hacienda de la provincia Pablo Olivares, se reunió en la Legislatura con los jefes de bloque para responder sus inquietudes. Hay tres cuestiones que no convencen: el apuro del gobierno –el proyecto ingresó la semana pasada–, la decisión de ceder la jurisdicción para la resolución de eventuales conflictos en la Justicia de Nueva York y la escasa información anexada sobre las obras. “Parece una libreta del almacenero”, graficó el diputado opositor Héctor Cavallero.
El ex intendente, ex concejal y actual integrante del bloque Frente Justicialista para la Victoria cuestionó el apuro del gobierno “para aprobar en menos de una semana el mayor endeudamiento de la historia de la provincia”. Según Cavallero, faltó tiempo para analizar en detalle el proyecto porque recién recibieron la documentación el viernes. “Voy a plantear que tenga una postergación de por lo menos una semana”.
“Nadie sabe cuánto va a salir”
Cavallero dijo que su bloque, de cinco miembros (sobre un total de 50), no está de acuerdo con el criterio del gobierno sobre la colocación de bonos: “Se han contratado dos calificadoras de riesgo y dos estudios jurídicos, uno para la Argentina y otro para negociar en el exterior, y se desliga la soberanía de jurisdicción para la resolución de conflictos en la Justicia de Nueva York”.
El temor del Tigre son los buitres: “Estos bonos, básicamente, van a terminar en manos de cualquiera, porque se compran y se venden en el mercado. El problema es que sacamos un crédito con esos bonos y tenemos que amortizar capital e intereses durante 12 años, y con la volatilidad de la moneda nadie sabe cuánto va a salir”.
Olivares confirmó que la deuda “se va a emitir en Nueva York” y aclaró que se necesita “un largo plazo para devolverla”. Además, indicó que la operación no compromete las finanzas de la provincia: “Tendríamos una década para devolver el crédito. Hoy tenemos menos del 1 por ciento de las rentas comprometidas para pago de créditos. Obteniendo estos fondos vamos a llegar al 2,5 por ciento de las rentas comprometidas”. Otra queja desde la oposición es por la “falta de seriedad” de la lista de obras enviada por el gobernador Miguel Lifschitz: seis carillas con el título de cada obra y el monto global por rubro (red vial, saneamiento, seguridad, educación, salud, hábitat, justicia y gasoductos).
“Puede ocurrir que saquemos los 1.000 millones y tengamos que pagar intereses sin ejecutar las obras por falta de proyecto”, sostuvo Cavallero.
En ese punto, coincidió Luis Rubeo, del bloque Justicialista. “Es una cifra muy importante, necesita ser analizada. Queremos tener más precisiones y nos gustaría que en el texto del despacho quede especificado con claridad que se va a constituir una cuenta especial y que los recursos que se obtengan vayan a esa cuenta especial”. Rubeo puso como ejemplo que el rubro “infraestructura para hábitat”, por 40 millones de dólares que no se aclara a qué obras se van a asignar.
Apoyo oficialista
Por el oficialismo, el diputado socialista Rubén Galassi destacó que, a diferencia de la Nación y de otras provincias, Santa Fe destinará los recursos del endeudamiento a financiar obras de infraestructura y no a gastos corrientes. “Vamos a apoyar este proyecto porque entendemos que se van a poder hacer una cantidad importante de obras en todo el territorio”, dijo.
