Un relevamiento de la Fundación Banco Municipal indica que el 65 por ciento de las personas que estudian español en la ciudad son mujeres. La mayoría de los estudiantes tienen entre 19 y 35 años, vienen de Brasil, Estados Unidos y Alemania y toman clases como parte de un viaje de turismo idiomático o porque están trabajando en Rosario. Si bien la cantidad de alumnos bajó entre 2011 y 2013, los institutos privados se multiplicaron en la última década para dar respuesta a la demanda. Más de la mitad brinda apoyo que va desde alojamiento, traslado o excursiones.
“Existen amplias posibilidades de incrementar la oferta de enseñanza de español en el corto plazo, situación evidenciada por el hecho de que 83 por ciento de los establecimientos dispone de espacios físicos en condiciones de ser aprovechados en caso de ser necesario”, opinaron los realizadores del informe.
El perfil
La información reunida por el grupo Rosario Data, dependiente de la Fundación Banco Municipal, confirma lo que se siente en la ciudad hace mucho tiempo: los extranjeros llegan para quedarse más de un fin de semana. De hecho, según las estadísticas, quienes no tienen al idioma español como lengua materna toman clases de una a tres veces por semana por al menos unos meses.
Del total de alumnos, el 65 por ciento son mujeres. La mayor proporción, un 50 por ciento, tienen entre 19 y 25 años. El 40 por ciento tiene entre 26 y 30 años, y sólo 10 por ciento, 31 años o más.
Respecto a nacionalidad, los primeros en tomar clases son oriundos de Brasil (20,3 por ciento), les siguen los estadounidenses (18,9 por ciento) y los alemanes (15,5 por ciento). En menor medida están los que proceden de Portugal y Haití, ambos con una participación de 10,4 por ciento; de Italia, de Francia y de los países asiáticos.
Sobre los motivos de estudio, se reparten entre turismo idiomático, becas, inmigración, laboral y aprendizaje, entre otros. En menor medida están quienes consiguieron un trabajo estable, esto es, por más de un año. Aunque menos, están quienes estudian como parte de un programa especial para viajeros que trabajan llamado Work and Travel.
La cantidad de alumnos en Rosario disminuyó entre 2010 y 2013. Entre 2010 y 2011, un 40 por ciento de las instituciones contaban con más de 60 inscriptos. Entre 2012 y 2013, se redujo a 20 por ciento.
Las aulas y los profes
Del total de las instituciones que participaron del estudio preliminar, el 67 por ciento son establecimientos privados. La mitad ha desarrollado esta actividad entre seis y diez años. La otra mitad lo ha hecho desde hace más de diez años.
Dos tercios de los establecimientos dan cursos tres veces por semana. Son clases grupales y con menos de diez alumnos. La mitad de las instituciones las ofrecen de dos horas, un 33 por ciento, de más de dos horas, y el restante, de una hora y media. Las cuotas mensuales van desde 450 a 600 pesos.
En cuanto a método pedagógico, usan apuntes desarrollados por los propios docentes. Los complementan con libros de texto u otros mecanismos, como el aprendizaje autónomo en computadoras. La mayoría incluye visualización de películas, visitas a museos tradicionales o clases de tango, entre otros.
La mitad de los establecimientos dan la opción de rendir los exámenes Celu (Certificado de Español, Lengua y Uso), el Dele (Diplomas de Español como Lengua Extranjera), el Ducle (Diploma Universitario de Competencia en Lengua Española como lengua extranjera), o el Ducale (Diploma Universitario de Competencia Académica en Lengua Española).
La mayoría de los institutos tiene convenios especiales con otros centros educativos en el exterior y universidades de Europa y Estados Unidos. El 66 por ciento provee algún tipo de soporte turístico como, por ejemplo, alojamiento, traslado y excursiones. Ninguno posee convenios con establecimientos turísticos de la ciudad.
Los docentes cuentan con títulos terciarios o universitarios en idioma: Lengua y Literatura, Literatura y Latín, Castellano, Español, Inglés, Portugués, Administración y Gestión de la Educación. El 83 por ciento han hecho cursos específicos de perfeccionamiento.
Casi el 70 por ciento de las instituciones cuentan con tres o más aulas usadas para dar clases. El resto usan dos. También tienen una biblioteca a disposición de los alumnos y sólo uno de cada tres establecimientos aloja un bar o cantina. “La gran mayoría tiene espacios físicos en condiciones de aprovecharse en caso de ser necesario, evidenciando esta situación las amplias posibilidades de incrementar la oferta en el corto plazo teniendo en consideración la infraestructura necesaria. Ninguna de las instituciones encuestadas planea obras de infraestructura en un futuro cercano”, señala el estudio.
Por último, la mayoría apela a una página web propia o a las redes sociales para publicitar servicios. También utiliza folletería y la mitad recurre a los servicios de diarios, revistas, radio o televisión.