El ministro de Trabajo, Jorge Triaca, aseguró ayer que el presidente Mauricio Macri “tomó la decisión que tenía que tomar” al vetar la ley de Emergencia Ocupacional, al tiempo que pidió a la oposición “trabajar con seriedad, sin politiquería y sin tratar de sacar ventaja en lo inmediato”.
“Siempre dijimos que este proyecto de ley en nada favorecía a los trabajadores y al empleo. Era un cepo al trabajo. Siempre planteamos que estábamos en desacuerdo y, dentro del marco de las instituciones y de lo que establece la Constitución y respetando lo que veníamos pensando hace mucho tiempo, tomamos la decisión que teníamos que tomar”, dijo.
En diálogo con radio Mitre, el ministro de Trabajo afirmó que “los que han cambiado de posición han sido los del Frente para la Victoria”, por la negativa de ese espacio en 2010 a sancionar una ley similar para prohibir despidos.
“Hay un momento de dificultad y tenemos que trabajar con seriedad, sin politiquería y sin tratar de sacar ventaja en lo inmediato”, subrayó el funcionario nacional al tiempo que resaltó que el gobierno sigue “discutiendo con todos los sectores del Congreso y los sectores sociales y sindicales”.
Consultado sobre la posibilidad de nuevos vetos ante leyes que no cuenten con el visto bueno del Ejecutivo, el ministro resaltó que “Macri tiene una determinación muy clara y una vocación de servicio. Va a utilizar todos los mecanismos dentro de la ley para llevar adelante una transformación a favor de los argentinos”.
En tanto, insistió: “Esto debería provocar en los distintos sectores de la política argentina para sacarnos la politiquería, sacarnos el debate corto y pensar en serio los temas que hacen falta discutir”.
La decisión del presidente también fue defendida por el diputado nacional del PRO Pablo Tonelli, quien sostuvo a radio El Mundo que el veto es “la mejor forma de terminar con esta ley, que ya desde el principio partió de una premisa falsa”. Para Tonelli, titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales de la Cámara baja, el veto permitirá “comenzar la discusión sobre las medidas que sí sirven”, porque “la ley antidespidos llevaba a una discusión estéril”.
Respecto de la reacción de los sindicatos, que advierten sobre la posibilidad de tomar medidas de fuerza ante el veto a la ley que nació a propuesta de la CGT y la CTA, Triaca resaltó que el gobierno tiene “un nivel de diálogo muy valioso, muy prudente, muy maduro” con las centrales sindicales. “Hay una agenda común. Puede haber diferencias, pero claramente tenemos una agenda que es muy valiosa y vale la pena seguir trabajando”, concluyó.