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“Es como si no hubiese ley”

La esposa de Guille Cantero y la ex mujer de su asesinado hermano Pájaro, entre otras procesadas por asociación ilícita, cuestionan la instrucción del juez Vienna y dicen estar dispuestas a demostrar su inocencia en el juicio oral.

Varias de las mujeres acusadas en la llamada megacausa Los Monos esperan el juicio oral para que se ventilen todas las irregularidades que surgieron en esa pesquisa y sobre todo el accionar del juez que instruyó en su gran mayoría el caso, Juan Carlos Vienna. A lo largo de la investigación, los miembros de la familia Cantero observaron una parcialidad manifiesta por parte del magistrado en beneficio de Luis Paz, el padre de Martín, cuya muerte jamás esclarecida, ocurrida en 2012, motivó la instrucción. Lo afirmaron antes de conocerse anteayer la decisión del juez de Sentencia Edgardo Fertitta de aceptar el pedido de la mayoría de las defensas para que el caso por asociación ilícita contra 25 personas se sustancie en forma oral, junto con el expediente por el crimen de Diego “Tarta” Demarre, aún sin fecha. A la par, once acusados firmaron juicios abreviados y fue en ese marco que se dispuso el decomiso de bienes muebles e inmuebles, aunque en su casi totalidad no estaban a nombre de los penados.

Vanesa Barrios, Lorena Verdún, Norma Chamorro y Mariano Ruiz dialogaron con periodistas de El Ciudadano y contaron las irregularidades que a su juicio observaron en el proceso. “Llegaron a decir cualquier cosa, hasta que transportábamos droga en palomas mensajeras”, destacó Barrios, esposa de Ariel “Guille” Cantero. Fue una extensa causa que terminó con cuatro decenas de procesamientos, entre ellos una quincena de integrantes de fuerzas de seguridad. La muerte de Martín Paz, en setiembre de 2012 fue el puntapié inicial para una serie de homicidios con sello mafioso que se sucedieron en la ciudad. Si bien la pesquisa había comenzado, fue recién con el homicidio del líder de la banda de Los Monos, Ariel “Pájaro” Cantero (hermano de Guille, en mayo de 2013) y las muertes que lo siguieron –interpretadas como venganza– que la investigación por el asesinato de Paz se activó y empezó a generar operativos y las teorías más inverosímiles como los túneles que unían barrio Las Flores con otros sectores de la ciudad y las palomas mensajeras que llevaban droga.

Vienna, de la mano de la luego disuelta División Judiciales de la UR II, elaboraron un mapa del delito que incluía a la familia Cantero y sus allegados, pero también al Fantasma Paz. Que en definitiva eran parte de un mismo clan ya que la hija de Paz, Mercedes, era la mujer del Pájaro al momento de su asesinato.

El clan Paz y el Pájaro

Lorena Verdún muestra en su cuerpo el gran amor que tuvo por el Pájaro, nombre que figura en sus tatuajes junto con los de sus hijos. Fue su marido hasta seis años antes de su muerte, ya que entonces comenzó a convivir con Mercedes Paz. Verdún terminó involucrada en la megacausa, pero no entiende por qué. “Yo no estoy en ninguna escucha, sin embargo me involucran. Cuando Vienna me llama a declarar me secuestra un (Chevrolet) Vectra que yo tenía. Y me pide que le diga dónde estaba el Mini Cooper que era de Mercedes, porque él se lo quería devolver. Yo, que hacía seis años que estaba separada, era cómplice y la mujer que dormía con él todas las noches no tenía nada que ver”, sostuvo Lorena. Mercedes declaró, sólo como testigo, en la megacausa, dijo desconocer de qué trabajaba su marido y la Justicia le creyó. “Y además nadie preguntó siquiera cómo hizo Mercedes Paz para comprarse un Mini Cooper”, agregó Verdún.

La familia Cantero asegura haber seguido con asombro las distintas demostraciones de la parcialidad del magistrado. “Apareció una moto que era del Fantasma a nombre del juez, una foto del juez con Luis Paz en una pelea en Las Vegas, y una filmación donde el juez le pedía a un preso que cambie de abogado para dejarlo en libertad, y todo eso era legal, lo que no le cierra a nadie”, contó Verdún. Y agregó Vanesa Barrios: “Para nosotros es como si no hubiese ley. No importa si hay pruebas o no, no importa nada. Es como que nos pueden hacer cualquier cosa”.

Aquel abreviado caído

También sentaron posición sobre el polémico juicio abreviado que incluía, allá por abril de 2015, a catorce personas, además de cuatro suspensiones de juicio a prueba, pero que se cayó al trascender que Guille Cantero recibiría nueve años de cárcel como líder de asociación ilícita, una tenencia de armas y su participación el crimen del Tarta Demarre, ocurrido un días después del asesinato del Pájaro. Al respecto, el representante de una parte de los acusados, Fausto Yrure, sostiene que “no fue un invento de la defensa”, sino parte de una negociación que se hace con todos los procesos abreviados con el acuerdo del Ministerio Público Fiscal. “Después vino el retroceso en el acuerdo y la conducta totalmente distinta a lo que se había firmado en un comienzo. Primero la Fiscalía defendió el proceso, y lo salieron a defender porque estaba mal rechazado, y ahora tienen una conducta contradictoria con lo mismo que habían actuado ellos”, agregó.

Luego llegó la instancia del decomiso de bienes como parte del abreviado finalmente rubricado por once personas, que en la actualidad está apelado. Al respecto, Yrure destacó que si bien en la causa los acusados están procesados por una asociación ilícita, no se define cuál es la actividad delictiva del grupo. “Porque si llegaran a establecer que la misma está vinculada con la venta de drogas, la causa pasaría al (fuero) federal”, agregó. “Es decir decomisan bienes que serían producto de una actividad ilícita que no aclaran cuál es. Además, decomisar bienes antes de una condena significa que los van a condenar, es decir que hay un prejuzgamiento”, sostuvo.

El decomiso

Mariano Ruiz, uno de los once firmantes del acuerdo a cambio de una reducción de pena, afirmó que a su familia le decomisaron una casa que tenían en la localidad de Funes que puede comprobar cómo la adquirió. En el caso de Vanesa Barrios, dos viviendas que ella tenía antes de conocer a su pareja, Guille Cantero, y que después vendió. “Esas viviendas se las sacaron a la gente que las compró de buena fe”, aseguró.

Lo curioso es que a ninguna de las personas a las que le decomisaron los bienes les pidieron que los justificara, recalcaron las mujeres del clan Cantero.

Ema Chamorro

Norma es la madre de Jorge “Ema” Chamorro, un joven acusado junto con Guille Cantero en el caso Demarre y también en la causa federal Los Patrones que investiga la venta de drogas comandada por ambos desde la cárcel de Piñero. Chamorro fue trasladado a la cárcel de Neuquén, donde lo apuñalaron y quedó al borde de la muerte. Ahora está alojado en el penal de Ezeiza, con las graves secuelas que le dejó el ataque del que fue víctima y su madre pide que Ema reciba atención médica y que sea trasladado a una enfermería: “A él le pegaron puñaladas en el corazón y es necesario que lo vea un cardiólogo. Además tiene temblores en el cuerpo que debería evaluar un neurólogo, pero nadie nos escucha”.

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